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Reportaje

Rodaje feliz en una masía de Moncada

Una alquería de la localidad de l'Horta Nord es el escenario principal de «M'esperaràs?», el primer largometraje de los responsables de Albena Teatre

Rodaje feliz en una masía de Moncada

Encontré cineastas felices. Podría ser el título de una película, una aventura o una odisea. Felices porque están rodando en Moncada, en una masía que bien podría servir de escenario a multitud de series históricas, de hecho, ha sido el decorado de cuatro películas. Cinco, contando «M'esperaràs», la primera apuesta de Albena en el mundo del largometraje. Felices porque hacen cine en tiempos de cólera política y ausencia de televisión valenciana, porque disfrutan con su trabajo y son conscientes de que están dando un salto, la mayoría de ellos por primera vez. Felices aunque no sepan si su película va a ser un éxito, ni siquiera si logrará estrenarse con garantías. Lo importante es que ruedan y lo hacen en un momento en que apenas hay industria.

Los cineastas son valencianos. Todos, técnicos e intérpretes. Ruedan en Valencia los exteriores y en Moncada los interiores. Y ruedan en valenciano, naturalmente. Es un producto netamente valenciano: escrito por Carles Alberola, que además dirige e interpreta, en compañía de Alfred Picó, Rebeca Valls y Cristina García. El mismo equipo que ya interpretó la obra hace dos años en los escenarios valencianos.

Les acompaña su inseparable Toni Benavent, productor ejecutivo que aprende con esta aventura a moverse en las arenas movedizas no sólo para rodar una película, sino también de distribuirla y lograr estrenarla en unos cines acaparados por las multinacionales. Como apoyo en la producción y la realización, cuentan con la gran familia Albena, el mismo equipo que les ha acompañado en sus 22 obras teatrales, siete series de televisión y un par de cortometrajes: César Martí en la producción, Carles Sanjaime y Rafa Piqueras en el equipo de dirección, Víctor Entrecanales en la fotografía y Arnau Bataller en la banda sonora.

Albena Teatre nació en 1994 de la fusión de Alberola y Benavent. El primero, Carles, escribe, dirige e interpreta la mayor parte de las 22 obras que en estos 22 años han llevado a los escenarios españoles. El segundo, Toni, produce, administra y logra el milagro de no perder dinero en los tiempos en que no hay televisión, ni ayudas oficiales, ni programadores. Juntos forman una de las parejas más estables de la cultura valenciana. A finales del siglo pasado lograron que una obra suya, «Besos» (1999), no sólo se exhibiera en toda España, sino que superó las 1.000 representaciones y les catapultó a los premios Max? Premios en los que su última producción, «L'aneguet lleig» (2015), ha triunfado como mejor musical del año.

Albena se convirtió en un nombre clave en los escenarios valencianos. Una marca en continuo crecimiento con proyectos de todo tipo. Prácticamente lo han probado todo en el escenario. Pero faltaba dar el salto al lenguaje de la imagen? su otro gran amor. La oportunidad llegó en 2005. Canal 9 les ofreció la posibilidad de producir «Auto-in-definits», una serie de sketches de fácil factura y humor ligero, apropiado para una serie diaria en horario apto para casi todos los públicos. La fórmula funcionó de maravilla y el éxito llevó a sucesivas series anuales que pronto se convirtieron en una oportunidad de hacer televisión, de llegar a un público más amplio? El fin de Canal 9 precipitó el retorno a los escenarios. Pero no puso fin a la búsqueda de su particular Grial.

Encuentros en la 3ª fase: el cine

En verano de 2011, Alberola enviaba a un grupo de amigos un texto que estaba escribiendo, titulado «Locura cotidiana». Era una comedia clásica, con chico que busca chica y amigos que le ayudan a encontrarla. Con unidad de tiempo y de lugar: una casa, una cena y supongamos que una noche cenando? En 2013 la obra ganaba el premio Ciutat d'Alzira de teatro, lo que facilitó que al año siguiente se estrenara, ya titulada «M'esperaràs?», en los escenarios valencianos. En 2015, convencidos de las posibilidades de su adaptación cinematográfica, Albena presenta «M'esperaràs?» a las subvenciones de CulturArts. Y consiguen el apoyo.

Por fin, Carles ya no tendrá que esperar más: llegó la hora de su primer largometraje. Para ponerlo en marcha cuenta con sus compañeros inseparables de viaje en las tablas y en los platós televisivos, técnicos e intérpretes, amigos todos. Gente capaz de trabajar al máximo nivel y de ajustar el presupuesto y el salario si hace falta, porque industria, lo que se dice industria valenciana del cine, hoy por hoy, no hay. Toni y Carles optaron por volver a los orígenes, como en teatro y como en televisión: una pequeña pieza de cámara donde Albena tenga el control absoluto. Y en valenciano, por supuesto.

«Tenemos un presupuesto de film pequeño, menos de 500.000 euros, pero de la subvención prometida para entregar en dos años, 2015 y 2016, aún no hemos recibido un euro, por lo que es Albena quien da la cara y asume los riesgos», explica Toni Benavent. «Como tenemos un equipo que es una gran familia, hemos planteado un rodaje ajustado, sólo cuatro semanas, y aunque está costando llegar cada día al plan de rodaje previsto, creo que lo conseguiremos».

Cuesta porque todo está muy, muy ajustado. Jornadas apretadas, donde cada día entran a las 8 de la mañana en maquillaje, comienzan a rodar a las 9, paran a las 13 para una comida rápida en la propia masía, vuelven bajo los focos una hora después y finalizan sobre las 18 horas. Aunque no todos. Carles, Toni, Sanjaime, Martí y Piqueras, los responsables de producción y dirección, se quedan para revisar el material del día y preparar el del siguiente. «Un trabajo que está siendo muy fructífero porque tenemos a Vicente Ibáñez en una habitación, haciendo un primer montaje de lo que vamos rodando cada día, lo que nos permite comprobar que no falta ningún plano o repetir una toma cuando la interpretación no encaja con el resto de personajes», confiesa Alberola.

La primera semana rodaron planos en el cauce del Turia y en algunas calles de Valencia, a las que se unirán las tomas en la Universidad. Las otras tres semanas están dedicadas al interior de la vivienda del protagonista, con rodaje en una alquería de Moncada, donde tiene lugar esa cena clave que le permitirá, después de dos años, volver a sentir el contacto de la piel de una mujer, actuando para ello como carabinas sus inseparables amigos, que forman un matrimonio ejemplar.

Al menos en teoría, porque luego la función discurrirá por otros cauces, tal y como ocurría en la obra teatral, hacia la que Carles „como adaptador y director„ guarda un respeto absoluto. Una obra que transcurría íntegramente en una casa, que por su aspecto, uno diría que es la misma casa de su corto Olenska (2003) y que bien podría ser el hogar del propio Woody Allen de la Ribera. «La casa es el quinto protagonista, por eso hemos trabajado a fondo la presentación de cada espacio y cada habitación; todos tendrán su protagonismo en distintas escenas», apunta Alberola. «La cocina, el despacho, el comedor? todos tienen son importantes y hemos dejado para el final un rincón más íntimo, con una ventana que nos permitirá un final muy emotivo, basado en el de la obra de teatro, pero más cinematográfico».

Un final en el que los efectos digitales tendrán también mucho que decir. Hablamos de cine y éste necesita su propio lenguaje, su propio tratamiento de las situaciones, por más cotidianas que sean. Ya sabéis, el clásico chico busca chica, chico encuentra chica y? ¿chico se queda con chica?

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