En medio de un clima de participación, emoción y recuerdos, la comunidad escolar del colegio Madre Josefa Campos ha celebrado este fin de semana en Alaquàs sus 50 años de vida. Alumnas y alumnos de muchas generaciones acudieron a las instalaciones del centro educativo, situado frente al Castell, para conmemorar este medio siglo de vida.

La congregación de las religiosas Operarias Catequistas, más conocidas en la población como «las doctrineras», puso la primera piedra en 1966 de un edificio que situó junto a su histórico convento. El entonces sacerdote titular de la iglesia de la Asunción «la única que entonces tenía carácter de parroquia», Antonio Sancho Bueno, fue el encargado de bendecir el lugar. Por el colegio han pasado numerosas generaciones de alumnas y alumnos, algunos de los que posteriormente han sido figuras de la política local, como la actual alcaldesa, Elvira García Campos, descendiente de la fundadora de la orden.

Respecto a la festividad, los actos se iniciaron el sábado a media tarde con el descubrimiento y la bendición de una placa conmemorativa, que se colocó en el mismo lugar donde se situó la primera piedra del colegio. Posteriormente, el salón de actos del colegio acogió una eucaristía en la que participó toda la comunidad educativa del centro. La jornada concluyó con un vino de honor.

El alumnado puso su grano de arena con la celebración de talleres en los que las más antiguas contaron sus experiencias y también se realizaron manualidades. El colegio Madre Josefa Campos es un centro privado concertado que actualmente tiene más de 800 escolares en los ciclos de educación Infantil, Primaria, Secundaria y Bachillerato.

Reconocimiento a la fundadora

Las Operarias Catequistas fueron reconocidas como congregación en 1925 con el carisma de atender la catequesis parroquial y la educación.

La fundadora, Josefa Campos Talamantes, inició su misión como seglar impartiendo catequesis en las parroquias y, más tarde, promovió la construcción de un internado en Alaquàs para el cuidado de chicas jóvenes con problemas familiares. En 1925 abrieron la primera escuela de la congregación, también en Alaquàs, donde años después, en 1966, se colocó la primera piedra del colegio.

En la actualidad, en la diócesis de Valencia la congregación cuenta también con comunidades en Gandia y Picassent, a las que pertenecen una treintena de religiosas. Igualmente, tienen casa en Madrid y en países como Colombia, Perú y Nicaragua con más de medio centenar de religiosas.

Hace unas semanas que el pleno de Alaquàs nombró a la Madre Josefa Campos Hija Predilecta de la población, a raíz de una iniciativa que promovieron las antiguas alumnas en la que se pretendía reconocer su obra, en un tiempo en el que las mujeres no lo tenían fácil. «Josefa Campos tuvo muy claro desde siempre que la educación es la llave que abre la puerta a la verdad, a la libertad y a la dignidad del ser humano», decía el texto. Su petición se transformó en una moción, que llevaron al pleno el PSPV, el PP y Ciudadanos, y que secundó Compromís.