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Patrimonio en peligro

De molino histórico a 'chiquipark'

El Molí de Vent, un edificio con al menos 400 años de historia y único BIC de Puçol, está abandonado, sin señalizar y es víctima del vandalismo -Unos desconocidos han colocado dentro un columpio y balancines

De molino histórico a 'chiquipark'

No es fácil determinar la antigüedad del Molí de Vent de Puçol. Algunos situan este edificio en la época islámica, y cómo tal aparece en la ficha técnica en el que se determina que es un Bien de Interés Cultural (BIC). El cronista del Puig de Santa Maria, Julio Badenes, apunta en cambio que formaría parte del sistema de molinos de la Calderona que se levantaron entre los siglos XVI y XVII y de los que sólo quedan cinco (dos en Gátova, dos en Alcublas y el de Puçol). En la ficha del BIC también establece que dejó de funcionar como molino a finales del siglo XIX y que hoy el edificio y el terreno que le rodea, situado junto a la autovía A-7, es de propiedad municipal.

Lo que sí es más fácil de determinar es que el Molí de Vent de Puçol, el único monumento BIC del municipio y uno de los 28 de la comarca de l'Horta que merece esta denominación, está completamente abandonado. La estructura se reforzó en la década de los 80 del siglo pasado, por lo que no hay peligro de derrumbe, pero tanto su interior como el entorno del edificio requieren una intervención. Así lo ha denunciado Puçol Memòria Viva, un colectivo de vecinos que ayer se reunió para constituirse como asociación cuyo fin será reivindicar y promover la defensa del patrimonio local. Su presidenta es Encarna Sebastià, historiadora y máster de Arqueología, que junto a varios de sus compañeros de grupo estuvo visitando el Molí el pasado fin de semana.

«El Molí es un BIC, es decir, tiene la máxima protección legal y se tiene que velar por su conservación y difusión „recuerda Puçol Memoria Viva„. En cambio, el acceso es un vertedero y no se señaliza ni cómo se llega ni la historia del molino. La puerta está rota y ya para rematar alguien ha instalado arriba un parque infantil».

Efectivamente, y tal como se comprueban en las imágenes facilitadas por la futura asociación, en la planta superior del interior del monumento hay un tobogán de plástico y una escalera para acceder a él, y dos balancines como l0s que se pueden encontrar en muchos parques infantiles. «Lo peor de todo es que el tobogán se apoya sobre una ventana que mira directamente a la autovía, con lo que perfectamente podría alguien caer en la carretera al intentar subir», señalaba ayer Encarna Sebastià.

También denuncia la portavoz de este colectivo que la parcela en la que se encuentra el BIC, en vez de ser un terreno limpio, despejado y de libre acceso para quien quiera conocer el monumento (tal como, además, lo requiere la normativa de la Generalitat para este tipo de bienes) está vallado y se usa para el almacenaje y depósito de mobiliario urbano por parte del ayuntamiento. Entre otros elementos depositados en esta parcela están los restos de un parque infantil, con lo que se deduce que el columpio y los balancines que han sido encontrados en el interior del molino fueron trasladados desde el exterior y formaban parte de las mismas instalaciones municipales.

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