El Molí de Vent de Puçol no sólo se enfrenta al abandono institucional, sino también podría tener que luchar contra las grandes infraestructuras públicas. El alcalde de la localidad, Enric Esteve, recordó el pasado martes a este periódico que este monumento, el único Bien de Interés Cultural (BIC) de Puçol, podría verse afectado por la Circunvalación Exterior de Valencia, un proyecto para ampliar la A-7 a través de un nuevo by-pass, que el Gobierno estatal (entonces presidido por el socialista José Luis Rodríguez Zapatero) presentó en 2005 y que, tras quedar en un cajón por efecto de la crisis económica, el mismo Gobierno, esta vez presidido por el popular Mariano Rajoy, desbloqueó en 2015.
El Molí de Vent „de cuyo deterioro se hizo eco ayer este periódico„ se encuentra al borde de la autovía A-7 a su paso por Puçol, en uno de los tramos que el Gobierno desdoblará si finalmente ejecuta el proyecto del «by pass» alternativo. En 2009, el Ayuntamiento de Puçol, presidido entonces por el popular Mariano Sanchis, denunció que este trazado pasaba directamente por el Molí de Vent, «un monumento histórico por el que ya tuvo que pelear este ayuntamiento en la última década del siglo pasado, cuando se construyó la actual A-7», señalaba entonces el consistorio.
En 2015 la Secretaría de Estado de Medio Ambiente presentó una declaración de impacto ambiental que, entre otras, contestaba a las alegaciones del ayuntamiento «puçolenc». «En el caso del BIC Molí de Vent, el cual se sitúa a doscientos metros del trazado proyectado, el promotor (es decir, el Ministerio de Fomento) considera su entorno excluido de la utilización de accesos y movimientos de maquinaria».
Pero al analizar los planos del proyecto que en 2009 Fomento facilitó al consistorio, no queda tan claro que las obras de la circunvalación vayan a quedar a 200 metros del Molí de Vent y de su entorno, que al estar declarado BIC, queda protegido ante actuaciones de este tipo.
Además de reclamar la protección del monumento, el Ayuntamiento de Puçol también presentó alegaciones contra el proyecto de Fomento porque la ampliación de la A-7 suponía poner en peligro La Costera, que fue declarada Paraje natural municipal por la Generalitat en septiembre de 2005 y que con esta ampliación vería peligrar su existencia.
La declaración de impacto ambiental que emitió la Secretaría de Medio Ambiente el pasado año asegura que el trazado elegido no afecta a este paraje.
