El plan de reforestación de la Serra Perenxisa, que permita su restauración ambiental tras el gran incendio, supondrá plantar 10.700 árboles, tal y como ayer desveló el alcalde, Jesús Ros. El proyecto propone una reforestación, principalmente para proteger el suelo de la erosión hídrica, en los rodales donde se prevé una mala o lenta regeneración natural. Pero también para fomentar la biodiversidad y mejorar la función paisajística.

Con un presupuesto de 96.000 euros, se trabajará en dos áreas. La primera es la afectada por el incendio en la que se abordará el suelo y la posible insolación, el estado de la vegetación existente, las probabilidades de regeneración natural y la erosión. Para ello se realizará también la retirada de pies secos. Y la segunda zona es la afectada por la plaga Tomicus, donde se extraerán los árboles afectados por la plaga, que son aproximadamente 2.500 pinos.

Ros incidió en que «debido a la sequía que estamos padeciendo, los problemas de la Serra Perenxisa se agravan cada día, y por ello es de vital importancia llevar a cabo esta reforestación, que favorecerá de manera significativa al suelo y el paisaje».

La selección de especies se basa en la idoneidad de cada planta para favorecer las especies menos presentes y aumentar la biodiversidad. En total ser plantarán 10.700 especies de varios tipos: pino, carrasca, encina, maldroño y palmito.