El alcalde de Albalat dels Sorells, Nicolau Claramunt, solicitará reunirse con los responsables de la Entidad Metropolitana de Servicios Hidráulicos para pedir explicaciones por la tarifa del agua prevista para el municipio, la más alta de las 52 localidades a las que da servicio la Emshi: 14,69 euros el metro cúbico. Tal como publicó ayer este periódico, la entidad encargada del suministro del agua potable prevé aumentar un 9 % de media el coste del metro cúbico que suministra a los municipios.
Pero en el caso de Albalat, el incremento es del 670 % ya que pasa de una tarifa media de 1,91 euros el metro cúbico de 2016 a los 14,69 de 2017. Además, este precio es el más alto de toda el área metropolitana ya que a la mayoría de municipios se les cobra entre 0,32 y 0,38 euros el metro cúbico. En total, la Emshi prevé que Albalat consuma un volumen en alta de 3.000 metros cúbicos, por los que deberá abonar 44.082 euros.
A preguntas de Levante-EMV Claramunt calificó de «injusta» la tarificación decidida por la Emshi para su municipio, ya que los vecinos se abastecen principalmente de un pozo, y la localidad sólo se conecta a la red metropolitana del agua varias horas por la noche para que el pozo deje de funcionar. De ahí que sea Albalat el municipio integrado en la Emshi que menos agua en alta recibe, sólo por detrás de las localidades que se abastecen únicamente de sus acuíferos y que, pese a ello, también tendrán que abonar una tarifa a la entidad.
En este sentido, cabe recordar que la Emshi aplica desde hace tres años lo que se conoce como tarifa binómica, con una cuota fija que se calcula por el número de vecinos, y una cuota variable que se establece según el consumo. El objetivo es que todos los municipios, incluidos los que no usan o usan poco la red metropolitana, financien la construcción y mantenimiento de infraestructuras, y también para empujarles a prescindir cada vez más de los pozos por cuestiones de calidad y salubridad.
Pero el alcalde de Albalat recordó ayer que hasta hace unos años el municipio también estaba conectado a la red metropolitana, y que el anterior gobierno local del PP decidió usar el millón de euros de la concesión del suministro del agua por 25 años a construir un pozo y una planta de osmosis precisamente para garantizar un suministro de calidad y salubre. «Aunque fue una decisión política errónea, debemos asumir aquella inversión que ya está en marcha, y ahora también tenemos que asumir las inversiones que hace la Emshi», lamentó Claramunt.
