Compromís per Xirivella reunió el jueves por la noche a un centenar de personas, entre representantes de las principales entidades de la ciudad, y otros cargos públicos de la coalición en la comarca, para analizar las repercusiones del proyecto.

Al acto asistieron el diputado en el Congreso Joan Baldoví, el diputado autonómico Juan Ponce y la secretaria de Organización de Mislata, Silvia Maiques, que es arquitecta. Coordinó el acto el portavoz municipal Ricard Barberà, que asumirá la alcaldía en el mes de junio de 2017, en base al pacto de gobierno que estableció en 2015 el tripartito.

Baldoví se comprometió a hacer presión parlamentaria para frenar el proyecto y comenzó a diseñar una hoja de ruta. «Primero los ayuntamientos han de pedir reuniones con el Ministerio de Fomento, con el secretario de Estado y con la Delegación del Gobierno. Luego haremos la presión y el seguimiento necesario de esas reuniones», propuso el diputado.

Joan Baldoví lamentó «el poco peso de los valencianos y las valencianas» en Madrid y «el déficit de infraestructuras y de financiación que sufrimos». Por su parte, Juan Ponce indicó que el Consell ve «desastroso» el proyecto. «Hay que empezar de cero para plantear una modificación respetuosa con los pueblos y la movilidad sostenible», opinó. Maiques incidió en los embotellamiento de tráfico que generará el proyecto y el impacto acústico a los barrios. Y Ricard Barberà, dijo estar en el punto de partida de una lucha que será larga».