Cientos de personas han pasado ya por el Belén de Roca, en Meliana, considerado como el más grande de la Comunitat Valenciana y que el tiene más figuras de toda España. El belén abrió sus puertas el pasado año y, según señala el maestro belenista Melchor Almela Lagarda, el pasado año recibió la visita de más de 40.000 personas.

El Belén de Roca (nombre que recibe por el barrio en el que se encuentra la vivienda que acoge esta exposición de figuras navideñas) lo realizan las familias Almela-Pascual y Pascual-Doménech desde hace 27 años con la colaboración de varios amigos que les ayudan a modelar y pintar las figuritas, la vegetación, los edificios, los mecanismos para crear movimiento, etcétera. «El motivo de hacer este monumental belén es potenciar y estimular la afición por el belén de nuestra provincia „explica Melchor Almela„, y también poner al alcance de todos la vida de Jesús. Sabemos que una imagen vale más que mil palabras y tanto niños como adultos descubren, en el belén, los pasos más importantes de la historia de Jesús».

El Belén de Roca está situado en la planta baja de una vivienda particular, que durante estas fechas queda prácticamente ocupada por las figuras. Mide unos 50 metros cuadrados y cuenta con unas 7.000 figuras, entre animales y personajes. Las figuras miden desde el centímetro de la más pequeña a los 18 centímetros de la más grande. La representación se estructura en dos partes por orden cronológico: la parte bíblica, empezando por la Profecía de Isaías, continuamos con el nuevo testamento y terminando con Jesús entre los doctores, y en la que se van mostrando las diferentes escenas de la vida de Jesús. Y la parte popular, denominada «L'olla de Nadal», que se trata de una réplica de la barraca valenciana con cocina y todos sus complementos característicos de principios del siglo pasado, los personajes y las herramientas del campo. «Es un pequeño homenaje a nuestra huerta valenciana», subraya Almela. Dispone, además, de objetos y figuras con movimiento como el molino, la noria, el trillo, la lavandera, el herrero, la tejedora, las fuentes o el río. También tiene efectos especiales como el paso del día a la noche, la salida del sol, el piar de los pajaritos o la caída de la nieve, entre otras.