Después de que el Ayuntamiento de Meliana haya recuperado una parcela de 3.092 metros cuadrados, que estaba abandonada durante más de 60 años, ya se han iniciado los trabajos para convertirla en un espacio de huertos sociales.

La concejala de Agricultura de Meliana, Amparo Martí, explica que "ya se han hecho las gestiones para recuperar el derecho de riego de la Real Séquia de Montcada, se han hecho las actuaciones necesarias en la acequia y en el partidor de agua, y se han distribuido las canalizaciones de riego por la parcela para poder delimitar hasta 40 huertos de un máximo de 40 m2". La fase final es el cercado.

Para la adjudicación de los huertos, el pleno municipal ya aprobó un reglamento de cesión y uso. La regidora detalla que "los huertos tienen un marcado uso social y por eso podrán acceder personas con una renta baja, en riesgo de exclusión o entidades y asociaciones del ámbito social". El plazo para solicitar uno de los huertos ya está abierto.

Fuentes municipales han indicado que en la misma zona ya están en funcionamiento huertos de ocio de iniciativa privada "con los que el Ayuntamiento no pretende entrar en competencia" sino que la edila aclara que buscarán "sinergias e intercambio de experiencias para optimizar los recursos y garantizar cuanto más mejor la viabilidad del proyecto".

Dentro de la actuación, se ha realizado el traslado al terreno de los invernaderos del taller de jardinería para personas con diversidad funcional que tiene el municipio desde hace más de 20 años. Así, incide Martí, "se quiere generar un espacio social vinculado a la agricultura y a la huerta que integro todas las iniciativas que se están desenrollando al municipio en este ámbito, también en el sector educativo". En este sentido, también se tienen contactos con el IES Garrigosa para establecer la colaboración con el curso de formación profesional de jardinería y agricultura del centro, y con los diferentes colegios de infantil y primaria del pueblo.

El proyecto también incluye, junto a los invernaderos, una zona de servicios comunes con un almacén, lavabos y un depósito de agua. Habrá un aparcamiento de 25 plazas en otra parcela anexa de 858 metros cuadrados que ya estaba hormigonada y cuya recuperación es difícil para la agricultura. También se prevé un parque canino, puesto que la zona abandonada era utilizada por el vecindario con esta finalidad, al tratarse de un área periurbana. El coste total del proyecto superará los 60.000 euros.