«Además de haberlo maltratado hasta hacerlo enfermar gravemente, le han roto el alma». De esta forma se ha pronunciado Carol Maymon, presidenta de la protectora de Torrent SOS Peludetes, al describir el último caso que tienen entre manos, el del perro Hércules, al que pretenden salvar la vida con tratamiento médico para el que reclaman donativos urgentes. Haciendo honor a su nombre, la asociación ha tenido que lanzar un auténtico grito de socorro por este can.

El caso se lo remitió uno de los veterinarios con los que SOS Peludetes trabaja. Según Maymon, un vecino de Torrent lo había llevado en estado grave «alegando que se lo encontró en la calle». No obstante, tanto para el médico como para la asociación, «todo apunta a que era el dueño porque aportaba demasiados datos del animal, como su nombre Zeus, e insistía en que cuando lo curaran se lo quería llevar». De ahí que SOS Peludetes haya trasladado el caso al grupo especial de protección animal de la Policía Local de la ciudad, con la petición expresa de que investiguen el resto de animales que tiene el hombre.

Hércules „como ha sido rebautizado„ presenta una desnutrición y deshidratación extrema „pesa 15 kilos cuando debería pesar unos 30„ , debilidad máxima, leishmania avanzada y un problema renal, fruto del maltrato sufrido. Ha sido trasladado a una clínica de Catarroja, donde permanece desde el sábado ingresado y donde ayer le realizaron una transfusión.

«No quiere comer nada. Solo conseguimos que tome un poco de pavo o jamón york. Quiere estar todo el día dentro de la jaula , lo que demuestra que ha estado mucho tiempo encerrado. No responde ante nada. Solo se enrosca en un rincón», explican.

SOS Peludetes ha iniciado una campaña para recaudar donativos dado que son conscientes de que «el tratamiento será lento y largo, ya que hay que curar una cosa detrás de otra; no se le puede tratar la leishmania hasta que no se ponga más fuerte porque la medicación le mataría», indica. Las personas interesadas en colaborar pueden contactar por Facebook con SOS Peludetes.

Por otro lado, esta protectora interpuso hace unos días otra denuncia en la misma unidad de Policía Local sobre el caso de Kaiku, un perro que estaba atado con una soga al cuello sin comida ni agua en una caseta abandonada de Morredondo. Allí soportó las tormentas de principios de diciembre rescatado por voluntarios de la asociación. Al difundir el caso, una persona contactó con la entidad y proporcionó datos del posible dueño al que se ha denunciado. Se trata de un cruce de gran danés y ahora se busca familia adoptante.