El Ayuntamiento de Paterna confía en encontrar pronto al dueño del animal para convencerle de que lo traslade a otro lugar. Mientras tanto, y según las fuentes municipales, estudia si los hechos podrían suponer una infracción de la ordenanza de tenencia de animales (para lo que habría que entrar a la casa, averiguar cuántos animales hay y en que condiciones están) o una infracción a la ordenanza municipal de la protección de la convivencia ciudadana, por el tipo de ruido y las molestias que provoca. «Es un asunto complicado porque no podemos entrar en la casa así como así ni llevarse al gallo para que deje de cantar», señaló ayer un representante del ayuntamiento. Según los vecinos, normalmente el gallo va suelto por el corral aunque ayer, tal como pudo comprobar este periódico, estaba encerrado con el resto de gallinas en el gallinero. «Aún así, ha cantado igual, aunque hoy un poco más tar-de», aseguraba una vecina. v. contreras paterna
