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Rocafort

«Mi hijo Mario llega con un pino bajo el brazo»

Rocafort pone en marcha un programa para que los niños adopten árboles del municipio

Azahara, junto a su familia y los 3 pinos. Levante-EMV

Rocafort ha puesto en marcha el programa «Arrelats», con el que pretende crear un vínculo entre los niños del municipio y los árboles existentes en calles y plazas. Así, el consistorio instalará una placa identificativa con el nombre del menor en el árbol que haya escogido. Por el momento, más de una docena de familias ha decidido acogerse a la iniciativa del área de Medio Ambiente, con el objetivo de «fortalecer la convivencia y reforzar el compromiso con el entorno vecinal y natural».

El programa está dirigido para los niños y niñas nacidos en Rocafort entre 2013 y 2016. En total son 281 menores, 153 chicos y 128 chicas. Cada uno puede adoptar cualquiera de los ejemplares. «Por un lado reconocemos la alegría de las familias que aumentan la población de Rocafort y promovemos la convivencia inclusiva», explican desde el departamento medioambiental.

Una de las familias que ya han escogido su ejemplar es la de Azahara. Es alicantina, pero su marido es de Rocafort. Regresaron al municipio hace seis meses tras pasar años en Madrid. De hecho sus dos hijos, Alex y Lia nacieron en la capital. Ayer vino al mundo Mario, su tercer hijo, y por ello ha decidido adoptar tres pinos juntos en la Plaza de España. «Es una manera muy bonita de arraigar a los hijos al pueblo, y más después de recién aterrizados de vuelta a casa», comenta Azahara.

La petición de tres pinos no es baladí. «Tengo tres hijos y están ubicados en la Plaza de España, donde mi suegro ha vivido durante muchos años. Mario no va a venir con un pan debajo del brazo, sino con un pino», bromea la joven. Además, anima a más familias del municipio a participar.

Picanya fue el primer municipio que instauró la iniciativa de asignar a un niño o niña nacida en el municipio un árbol. Fue en 1992, bajo el programa «Crèixer junts millor» Desde entonces, unos 2.500 árboles repartidos por toda la población «tienen dueño». Para ello se coloca una pequeña placa cerámica junto al ejemplar, con el nombre del niño o la niña y su fecha de nacimiento. El alcalde Josep Almenar destacó la «buena acogida» que tiene el programa y comentó que «normalmente se asigna el árbol más próximo a su vivienda».

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