La comisión Plaça Porta del Sol de la Canyada logró ayer finalmente plantar los dos monumentos tras pasar toda la noche trabajando, al no cumplir el artista el contrato firmado. «Hacía años que no veía a mi hijo llorar», explicaba Manolo Romero, un veterano de la falla que resumía así el estado anímico de esta comisión, la única de la Canyada, después de que Antonio Rubiño dejase sin plantar sus monumentos. Fueron el presidente y la fallera mayor de la falla Vicent Andrés Estellés de Alaquàs quienes al mediodía del miércoles les alertaron de que ellos habían sido «plantados» por el artista, tal como adelantó ayer Levante-EMV.

«Fuimos al taller que tiene en Silla pero no estaba, estaba en otra falla -explicaba ayer Pablo Agudo, directivo y expresidente de la comisión paternera-. No llegó hasta las cuatro y media, y cuando entramos vimos que nuestra falla estaba a medio hacer y sin pintar. Nos dijo que no nos preocupáramos, que la terminaría, pero que llevaba cuatro días sin dormir. Así que nos pusimos a trabajar también nosotros y a las once y media de la noche cogimos los ´ninots´ y nos los llevamos a la Canyada».

Con la colaboración de los falleros de otras comisiones de la capital de l'Horta Nord, los miembros de Porta del Sol han estado trabajando contrarreloj para tener el monumento listo y aparente. «Acabamos a las siete de la mañana», explica Manolo. «Nos planteamos incluso levantar el remate al tombe, pero al final encontramos una grúa particular y lo pudimos hacer así», añadió.

También contactaron con un artista fallero amigo de la comisión que les ayudó a montar las piezas de los elementos centrales, dos dragones de gran tamaño. «Pero aún se han quedado unas alas y otras partes que no encajan. A lo mejor no son ni de esta falla». Y es que Pablo y Manolo sospechan que Rubiño les estuvo «engañando» durante las visitas a su taller que Porta del Sol ha estado realizando a lo largo del año.

«Estaba haciendo otro monumento igual que el nuestro para otra falla y pensamos que a las dos nos enseñaba los mismos ninots. Por eso hasta ayer pensábamos que todo iba bien». El monumento contaba con un presupuesto de 9.000 euros, de los que la comisión ya ha abonado al artista 7.000. «El contrato dice que la falla tiene que estar plantada el 16. Está, pero no gracias a él», subrayaron. Este año ha sido el primero que trabajaban con Rubiño.