Al ritmo de «La manta al coll» y otras canciones populares, e incluso con las notas del «Himno de Riego» salidas de una 'dolçaina' decenas de personas se manifestaron ayer en Xirivella para reclamar que el Ministerio de Fomento retire el proyecto de ampliación de la V30, que consideran que asfixia la población al cerrar el principal acceso.

Asociaciones de vecinos de todos los barrios convocadas por la federación, entidades ciudadanas de pueblos cercanos, centros culturales, el movimiento feminista y otros colectivos marcharon por el Camí Nou con pancartas contra el ruido y la contaminación. Según la estimación de la Policía Local, marcharon 3.000 personas.

A la cabeza de la manifestación iban el alcalde, Michel Montaner;, el teniente de alcalde que le sustituirá en junio, Ricard Barberà (Compromís); el director general de Transporte, Carlos Domingo, y el concejal de Movilidad del Ayuntamiento de València, Giuseppe Grezzi. Los acompañaban representantes de todos los grupos políticos locales de Xirivella excepto el Partido Popular, que se desmarcó de la protesta el lunes, y otros cargos públicos. Además, PSOE y Compromís desplazaron hasta Xirivella a diputados provinciales como Isabel García, alcaldes como el de Picanya, el socialista Josep Almenar, y la portavoz de Compromís de Alaquàs, Consol Barberà, entre otros.

La marcha contó con la animación de una colla de 'tabal i dolçaina' y una batucada, que marcaron el ritmo de una marcha reivindicativa y lúdica que recorrió el Camí Nou hasta el punto donde la V30 linda con el casco urbano. Allí se leyó un manifiesto consensuado previamente en el que se rechaza una obra que todos los participantes considera «caduca» ya que cierra el acceso por la plaza de España y invade zonas urbanas, si se ejecuta según el anteproyecto remitido por Fomento hace unos meses a los ayuntamientos afectados (Paterna, Mislata, Quart, Xirivella y València).

El director general de Transporte, Carlos Domingo, instó a Fomento a retirar el plan y a consensuar con consistorios y Consell una alternativa que apueste por una movilidad más sostenible. por su parte, Grezzi se quejó de que el proyecto «no soluciona los problemas de movilidad del área metropolitana de València.

Aunque Fomento ha dado verbalmente marcha atrás, a través de la delegación del Gobierno y la demarcación de Carreteras (en recientes reuniones afirman que el proyecto se mejorará con la aportación municipal), los representantes de Xirivella dijeron ayer que no se fían, a no ser que reciban un documento oficial que así lo manifieste.