La planta de residuos que durante años ha provocado numerosas protestas de la ciudadanía y acciones del Ayuntamiento de Picassent puede pasar a la historia. La consellera de Vivienda, Obras Públicas y Vertebración del Territorio, María José Salvador, acudió ayer a Picassent para darle los detalles a la alcaldesa Conxa García, sobre que se ha denegado la autorización urbanística, como ya avanzó Levante-EMV, para desarrollar en las parcelas de suelo no urbanizable la actividad de residuos.

La alcaldesa lo consideró «una buena noticia» que la conselleria no autorize la ampliación a la Declaración de Interés Comunitario, «ya que esta decisión viene a corroborar las diferentes actuaciones que desde esta corporación se han llevado a cabo, llegando todas a buen término». Por si parte, la consellera indicó que con la decisión se da respuesta a las demandas que desde hace 10 años vienen realizando los vecinos ya que la actividad ha causado problemas tanto por su impacto paisajístico, y posiblemente ambiental al subsuelo, como por los malos olores y los vertidos ilegales que se habían denunciado.

Según subrayó Salvador, «las molestias son muchas para los ciudadanos» y, en este sentido, «el ayuntamiento haya sido eficiente y eficaz en la denuncia de estas molestias».

Salvador estuvo acompañada por el director general Lluis Ferrando, y explicó que los Servicios Territoriales «han tramitado en los plazos debidos el expediente para dejar sin efecto la Declaración». También matizó que una de las competencias prioritarias de la conselleria «es facilitar la implantación de actividades económicas, sobre todo las plantas de reciclaje y de valoración de residuos animales y vegetales» pero «tienen que estar situadas en los lugares adecuados y respetar escrupulosamente la Ley».