Desde mediados del siglo XIX, existen noticias del Vedat de Torrent como lugar de esparcimiento de la aristocracia y los políticos valencianos. Esta costumbre se hizo más habitual tras la construcción en la década de 1860 de la nueva carretera de València a Torrent por Mislata, Xirivella y Alaquàs, que mejoró la conexión con el 'cap i casal'.
Posteriormente llegó el auge turístico de la ciudad por parte de la burguesía valenciana con el «trenet» que se puso en marcha en 1893 y el tranvía en 1895, ya que las familias adineradas de la capital edificaron sus segundas residencias en torno a su casco urbano. Hasta entonces el desplazamiento de València a Torrent se realizaba en tartana y, desde los pueblos de alrededor, era frecuente que fuera a pie. Pero la implantación de estos transportes redujo el tiempo de trayecto y facilitó también el viaje de las clases menos pudientes.
En la primera década del siglo XX, se produjo la construcción de los primeros chalets en el Vedat, a lo que le siguió la apertura del Hotel-restaurant «La Fonda» inaugurado en 1914.
De este modo, la costumbre de ir a pasar el día al Vedat, de la que existen muchos testimonios gráficos publicados de finales del siglo XIX y principios del XX, se generalizó también en los días de Pascua entre los jóvenes de las localidades próximas como Xirivella, Alaquàs, Aldaia, Picanya o Paiporta e incluso de València tras la Guerra Civil. Aunque existen fotografías que dan testimonio de que ya se practicaba en los años 20 del pasado siglo, durante la Dictadura de Primo de Rivera, la tradición se consolidó durante el franquismo hasta los años 70, período en el que las estrictas costumbres católicas de segregación entre mujeres y hombres jóvenes a la hora de relacionarse se relajaban un poco durante algunos meses con el visto bueno oficial. De este modo, en l'Horta Sud, el Vedat de Torrent fue el punto de encuentro de pascueros y pascueras de distintos pueblos. El ritual para formar pandillas se iniciaba el día 3 de febrero, durante la fiesta de Sant Blai. Grupos de chicas y chicos acudían a la «fira del porrat» y se encontraban con las pandillas de la ciudad. De ahí surgían los «rotgles» formados, por ejemplo, por chicas de Paiporta con chicos de Torrent; chicos de Aldaia o Alaquàs con torrentinas o otras múltiples combinaciones.
Tras diferentes encuentros, la gran cita era en el día de Pascua, cuando los «rotgles» iban a comerse la mona al Vedat. El festejo culminaba el lunes de Sant Vicent con una «xocolatà» de la que salían muchas parejas que, años después, se casaban.
Los nuevos novios iban a cantar a las chicas los mayos en el mes siguiente y a hacerles las tradicionales «enramades».
La tradición generó también numerosas peñas interpueblos como Mogambo (hacia 1960 la constituyeros chicas de Alaquàs y chicos de Torrent), Kiowas o La Granera (que reprodujo en Alaquàs la torrentina «Entrà de la Flor»). Estas peñas tuvieron continuidad durante décadas. Kiowas todavía se reúne.
