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Patromonio

Venden por 1,25 millones dos chalés protegidos en Paterna

Los inmuebles se sitúan en Comte de Montornés, el conocido Ensanche de Palacio donde se asentaron residencias burguesas a finales del XIX -Pertenecen a los herederos de los fundadores de «Galletas Río»

Venden por 1,25 millones dos chalés protegidos en Paterna

La familia propietaria de los dos chalés de la década de los 30 situados en la calle Comte de Montornés, cerca del ayuntamiento y en pleno casco urbano de Paterna, han puesto a la venta ambos inmuebles por 650.000 y 600.000 euros cada uno. Las dos viviendas figuran en el catálogo de bienes y espacios protegidos de la capital de l´Horta Nord, donde aparecen como un «conjunto (...) que responde a la misma tipología y modelo de ocupación».

Según este catálogo redactado por el arquitecto Vicent Garcia Martínez y el historiador Adrià Besó, las dos viviendas -una «excepcional mansión» y una «villa señorial», tal como las describe una conocida empresa inmobiliaria de lujo- se situan en uno de los «ejes urbanos más importantes del conocido como Ensanche de Palacio, destinado para residencias burguesas, que fue proyectado por el arquitecto Manuel Cortina entre 1889 y 1892».

La inmobiliaria describe el edificio situado en el número 10 de la calle Comte de Montornés (el que se vende por 650.000 euros), como un edificio de tres plantas, en cuya planta baja se encuentra un salón con chimenea, un estudio-librería, la cocina, un dormitorio con baño y una habitación para el servicio. En la segunda planta están los salones de estar y recibir, el comedor noble, la biblioteca, dos dormitorios con baño y una terraza con vistas al jardín y a la piscina. Después hay una planta intermedia con dos nuevos dormitorios y una «impresionante buhardilla con vigas de madera y los famosos «socarrats», piezas de cerámica de origen medieval típicas de la alfarería» valenciana.

El catálogo de Paterna señala que este edificio «se hace eco de la estética Decó con una simplificación de los elementos arquitectónicos donde la decoración se concentra en los plafones, con elementos cerámicos». Los expertos destacan como elementos de interés, además del conjunto que forma con el otro edificio a la venta, la «composición de las fachadas y el lenguaje arquitectónico con todos elementos ornamentales», y también las «especies arbóreas de las parcelas que se integran visualmente en el espacio público».

La otra vivienda a la venta se encuentra en el número 8 de la calle Comte de Montornés y, según el investigador Tomás Roselló, se construyó hacia 1930 originalmente con una planta baja y una cambra. En los años 60 la familia Moros, fundadora de la emblemática «Galletas Río», que había adquirido el edificio, lo sobreelevó en una planta, siguiendo el proyecto del arquitecto José Albert Michavila, inspirado en el original. La construcción presenta en dos de sus fachadas ventanas decoradas con arcos polilobulados de herradura apuntados y puertas con archos de herradura simples sobre columnillas, también en un estilo Decó como la casa vecina pero sin arabescos. Roselló incluye este inmueble, que se vende por 600.000 euros, como muestra de arquitectura neoárabe de la transición entre el siglo XIX y XX en l´Horta.

También Besó y García Martínez resaltan en el catálogo que «nos encontramos ante un interesante conjunto, tanto por las especies arbóreas que conserva el jardín, como por la calidad de su decoración de estilo neoárabe».

Por su parte, la inmobiliaria que ofrece el chalé lo describe en su web como una «magnífica propiedad de principios del siglo XX, situada en un enclave muy céntrico en Paterna» que «está en buen estado si bien necesita actualizar y puede servir como vivienda. Al margen obteniendo los permisos necesarios, sería ideal para cualquier tipo de actividad terciaria, lúdica o de restauración».

Las dos viviendas a la venta han pertenecido desde hace décadas a la familia Salvador Moros, fundadores de la empresa Río. La saga comenzó con Francisco Salvador y María Moros. El mayor de sus hijos, Roberto Salvador Moros, ocupó estas viviendas, que a su vez legó a sus hijas Amparo y Gloria. Salvador desarrolló junto a sus hermanos (entre ellos el que fue alcalde y empresario Gerardo Salvador) una importante actividad al frente de la fábrica de galletas y pastas, pero también una intensa labor cultural. En los años 80 impulsó el Ateneo Cultural cuya Escuela de Pintura lleva su nombre.

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