Una decena de niños y niñas de Aldaia ha vuelto a ser protagonista por segundo año de una de las tradiciones religiosas infantiles más arraigadas, la fiesta de Sant Vicent Ferrer, después de que en el pasado ejercicio no saliera ningún otro grupo. Con la jornada de ayer, el colectivo que ha encabezado Josep García Taberner, como clavario mayor, se despide de la fiesta ya que para 2018 sí que ha surgido un grupo de 19 niños y niñas que tomará el relevo.

La decisión de repetir la tomaron las familias «después de pasar un año en el que habíamos hecho 'colla' y nos llevábamos muy bien». En 2016 realizaron la fiesta completa, con los «Miracles», las excursiones a València o a Llíria, siguiendo la huella del santo, y los fuegos artificiales. En esta ocasión, como el presupuesto era más limitado (se ciñó a las cuotas y a la lotería de Navidad), se han suprimido actos pero se ha mantenido la esencia: el 'Bateig', celebrado en el templo de la Saleta y en el que Josep García Taberner ejerció de padrino; el 'berenar' y la jornada de ayer, que contó con traslado de los pequeños con 'tabal i dolçaina' desde casa del clavario mayor a la iglesia de la Anunciación, la Misa Mayor y la procesión, al anochecer. En este año, también han contado con su local para las reuniones durante todo el año, según explican.

El grupo de niños y niñas corresponde a una parte de los que tomaron la primera comunión en 2015, a los que por tradición se les ofrece integrar la clavaría. En muchos casos, los pequeños pertenecen a familias con cierto arraigo con esta fiesta, ya que sus padres o madres ya la hicieron cuando eran pequeños «o tienen primos o hermanos» que han sido clavarios antes, explicaba la madre del clavario mayor, Victoria Taberner.

Los diez clavariesas y clavarios repitieron el vestuario del año pasado «aunque a alguno se le ha tenido que hacer algún arreglo». Para las familias, ha valido la pena repetir porque «los niños y niñas lo pasaron muy bien». Por ello, tanto Victoria Taberner como otra de las madres, Lourdes Pascual, han animado a otros grupos de generaciones posteriores a que continúen la tradición.