Una autovía que partirá en dos el casco urbano de Manises. Ese el proyecto aprobado en 2015 por el Ministerio de Fomento y cuya inversión global roza los 70 millones de euros. El objetivo del Gobierno es desdoblar la N-220, de un carril por sentido entre el aeropuerto de Manises y la V-30, y convertirla en una autovía con dos carriles por trayecto. El ministerio considera que la infraestructura «mejorará la situación actual de la vía» al eliminar el cuello de botella que se produce en la unión de la V-11 (con dos carriles) y la N-220 y, a su vez, absorberá la media diaria de 50.200 vehículos que pasan por la zona. Mientras, el ayuntamiento rechaza frontalmente la obra y la ha llevado a los tribunales, a través de un contencioso administrativo, para que se anule y se tenga en cuenta todas sus alegaciones.
¿Pero cuáles son los detalles del trazado y cómo afectará a la fisonomía del municipio? Circulando por la V-11 en dirección a la N-220, la obra de Fomento contempla derruir los accesos al aeropuerto y crear un scalextrix nuevo. Una vez adentrados en la nueva autovía la primera novedad será a la altura de la calle Santos Justo y Pastor, que actualmente pasa por debajo de la N-220. Ahora la situación será a la inversa: la autovía irá soterrada aunque en este tramo será en trinchera, ya que el paso de la línea 5 de Metrovalencia impide soterrarla de forma completa.
Por ello, la prolongación de Justo y Pastor será por encima de la nueva autovía, con carriles más estrechos. Eso, según los técnicos del ayuntamiento, provocará que las viviendas próximas al trazado, tanto en Justo y Pastor como en el Camp de l´Olivereta, estarán por debajo de la cota generando barreras que podrían causar inundaciones en caso de lluvias persistentes.
En el punto donde existe actualmente un hotel y una gasolinera, Fomento ha diseñado una pasarela peatonal para acceder al aeropuerto de sólo un metro de ancho, insuficiente para el consistorio manisero.
La autovía quedará ya enterrada bajo una losa de hormigón a la altura de la calle Joanot Martorell y hasta el colegio José García Planells. Sobre todo el trazado subterráneo, Fomento ha previsto una zona ajardinada peatonal y con carril bici, aunque al estar de forma elevada sobre el nivel de las calles Manises y Camp de l´Olivereta impedirá cruzar de un extremo a otro del municipio por la colocación de barreras, excepto por los pasos de las calles Gandia y Pintor Pinazo. A su vez, durante todo el recorrido bajo tierra, los accesos de entrada y salida del túnel estarán a un nivel intermedio entre el jardín y la rasante de la autovía.
La rotonda que une actualmente Ceramista Alfonso Blat con Pintor Pinazo se mantiene en el proyecto diseñado por Fomento, agrandando su diámetro central ajardinado pero se reducen a la mitad el número de carriles interiores.
El nuevo diseño de la zona también remodela la zona de aparcamiento para los vecinos de las calles Camp de l´Olivereta, al disponer una zona de estacionamiento en batería, muy inferior a la actual.
