No hay una fiesta como la Cordà de Paterna. El último domingo de agosto, en poco más de 20 minutos y en el espacio reducido del carrer Major de la capital de l'Horta Nord, unas 350 personas disparan más de 70.000 cohetes y crean un espectáculo colectivo de fuego, humo, luces y ruido difícil de describir. Ayer, e

Así, ayer se puso fin a un proceso iniciado hace casi un año cuando el alcalde Juan Antonio Sagredo registro en la Agencia Valenciana de Turismo el expediente con toda la documentación necesaria «para que este espectáculo con más de un siglo de historia, consiga esta ansiada y merecida catalogación». Y con esta declaración se inicia un nuevo capítulo en esta fiesta con más de cien años de historia, donde la tradición y singularidad del evento deberán convivir con los cambios que plantea su cada vez mayor popularidad.

El alcalde Juan Antonio Sagredo recibió ayer la carta del ministerio fechada el 4 de mayo en la que escuetamente se le comunicaba que «una vez estudiada toda la documentación en la que se solicitaba la declaración de Fiesta de Interés Turístico Nacional a la Cordà de Paterna, ésta Secretaría de Estado de Turismo ha decidido otorgarle el título honorífico solicitado».

Por la tarde, el delegado del Gobierno, Juan Carlos Moragues telefoneó a Sagredo para confirmarle la esperada noticia. «Es un merecidísimo reconocimiento, no sólo para los paterneros sino para todos los valencianos, porque la pólvora y el fuego son una de nuestras señas de identidad -señalaba Moragues en un comunicado-. Y, además, año tras año, la Cordà es cada vez más segura de manera que vecinos y turistas pueden disfrutar plenamente de ella. El Gobierno reconoce, de esta manera, la singularidad de esta fiesta».

La propia delegación del Gobierno señalaba ayer que la declaración de Fiesta de Interés Turístico Nacional es un título de carácter honorífico que se otorga a aquellas fiestas o acontecimientos que suponen manifestaciones de valores culturales y de tradición popular y que tienen una especial importancia como atractivo turístico.

La noticia, que adelantó Levante-EMV en su edición digital, corrió ayer como un auténtico cohete de «cordà» en la ciudad. El alcalde de Paterna, Juan Antonio Sagredo, llamó al móvil a la concejala Paqui Periche, que estaba reunida con la comisión de fiestas, y dio la noticia a todos través del manos libres. En la reunión se produjo un inmenso estallido de alegría. «He estado a punto de llorar», reconocía a este diario el Coeter Major, Juan Antonio Monrabal «Cotito», minutos después.

El propio Sagredo aseguró estar emocionadísimo y animó a las entidades que forman la comisión a «iniciar los preparativos de la conmemoración». «Este reconocimiento es algo que perseguíamos hace años. Ya lo inició el alcalde Francisco Borruey, que logró el reconocimiento autonómico. Ahora vamos a por el seguiente reto, a lograr que sea declarada Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la Unesco».

Para el alcalde, el título supone «un reconocimiento a más de 100 años de tiradores y tiradoras que hacen posible la tradición por lo que estamos seguros que no sólo se alegra Paterna». El mandatario abogó por mantener la Cordà tal cual es actualmente, con su celebración el último domingo de agosto en la calle Mayor, pero potenciar más los actos del Cohetódromo, que es donde de verdad se ve el trabajo del tirador».

Por su parte, el Coeter Major de Paterna, manifestó que la decisión del Gobierno le pilló desprevenido. «Pensábamos que tardaría más de un año porque es un título muy difícil de conseguir». Para Cotito, la nueva protección significa que «detrás de la Cordà hay una fiesta organizada, una historia y mucha gente trabajando». El Coeter Major consideró que el reconocimiento «es un impulso para trabajar aún mejor» y avanzó que «aunque el pliego de condiciones para contratar la pólvora ya está aprobado y no se puede modificar, alguna cosa nueva haremos para celebrarlo».

Desde el movimiento de las peñas, Cèsar Andreu, su presidente, dijo que la Cordà de Paterna «merecía este premio» que ahora les supone «más responsabilidad aún». Andreu abogó porque este título «no cambie la esencia de la Cordà porque es muy peculiar y debe mantenerse el lugar y la forma de desarrollarse, aunque puedan modificarse o crearse actos satélites para celebrar este acontecimiento».