La Cordà de Paterna reune cada último domingo de agosto a miles de personas dispuestas a disfrutar de este espectáculo que acaba de ser declarado Fiesta de Interés Turístico Nacional. Pero son muy pocos los que pueden vivir la Cordà desde dentro e incluso disfrutarla desde fuera. Por eso cabe preguntarse como se puede casar la popularidad de la fiesta, que crecerá gracias al reconocimiento concedido por el Ministerio de Industria y Turismo, con las limitaciones por la obligación de mantener la esencia y características del espectáculo.

En la Cordà de 2016 participaron 356 tiradores, frente a los más de mil inscritos en las peñas de la localidad. A estos hay que sumar los miembros de seguridad y del Consell Sectorial que se quedan en el recinto. Tal como señala Cèsar Andreu, presidente de Interpenyes, no caben más tiradores ya que es prácticamente imposible ampliar el recinto en el que cada año se disparan unos 70.000 cohetes. La tradición marca que la Cordà se celebre en el Carrer Major, pero no en su totalidad ya que la presencia de una gasolinera en un extremo de la calle y de la Plaça Major en otro impiden ampliar los actuales 90-100 metros de largo del recinto. En los últimos años se han arañado algunos metros en ambos extremos y también sobre las aceras, pero los expertos descartan nuevas ampliaciones.

En cuanto a los espectadores, tampoco la Cordà puede ser un espectáculo en directo para las masas. En el recinto hay una treintena de edificios con unos 140 balcones y ventanales desde los que se puede presenciar el disparo. Cabe añadir que algunos de los edificios tienen plantas bajas o terrazas que se habilitan para acoger espectadores. A estos «privilegiados» que pueden ver la Cordà directamente habría que añadir las cientos de personas que tienen una visión muy parcial desde los extremos del Carrer Major y sus bocacalles.

Para paliar estas limitaciones, el ayuntamiento retransmite en directo el evento a través de internet y el pasado año, además, a través de una pantalla gigante. Además, el pasado año el alcalde Juan Antonio Sagredo anunció el proyecto de rodear el recinto con un gran vallado para incrementar la seguridad y permitir la presencia de espectadores desde la acera. El gobierno local ha destinado 56.000 para su redacción, pero fuentes municipales ya han apuntado que la instalación no estará lista para este año.

Ayer, el alcalde convocó de manera extraordinaria y urgente, al Consejo Sectorial de la Cordà y a la Comisión de Fiestas, para celebrar el reconocimiento del Gobierno pero también analizar la posible evolución del espectáculo. Sagredo entiende que la Cordà es «intocable» tal como se celebra ahora en el Carrer Major, pero que habría que aprovechar la declaración para potenciar otros actos con pólvora que se realizan durante las fiestas (´cordaes´ infantil y juvenil, el ´bouet´, ´els coets de luxe´, la ´recordà´), e incluso aumentar su número, incluyendo por ejemplo otra «cordà» el sábado en el «coetòdrom»..

Para el teniente de alcalde y portavoz de Compromís, Juanma Ramón, «la evolución de la Cordà ha de estar en manos de los tiradores y tiradoras, los políticos no nos hemos de clavar ahí». Aunque espera que la declaración haga aumentar los visitantes a los actos con fuego de las Festes, Ramón asegura que «no hemos de obsesionarnos con hacer espectáculos de cara a la galería, no podemos perder la esencia de nuestra cultura y tradiciones en pro de hacer un espectáculo multitudinario». Por su parte, la portavoz del PP de Paterna, María Villajos, también considera que el crecimiento de la Cordà «es complicado porque tiene un aforo limitado y pocos sitios desde los que pueda disfrutarse como espectador». Aun así, la edila señaló que en los últimos años se han mejorado aspectos como la seguridad, «y eso es algo que sí ha de ir aumentando».

El concejal de Ciudadanos, Jorge Ochando también es contrario a «ampliar físicamente» la Cordà, pero en cambio apuesta «por potenciar el resto de espectáculos como el pasacalle, la Peça que se hace en el cohetódromo o la Cordà infantil». «La popularidad de la Cordà obliga a repensar la fiesta -aseguraba por su parte el edil de EU, Javier Parra-. Y no solo para acoger a cada vez más espectadores sino para hacerlas cada vez más populares y abiertas a todos los vecinos». Y Beatriz Serrano, de Paterna Sí Puede, afirmó que el aumento de la popularidad de la Cordà «no ha de ser un handicap, pero sí nos obliga a pensar cómo ha de evolucionar».