Abrazos, besos y más abrazos. Unos dos centenares de personas, entre familiares, amigos y conocidos, se concentraron ayer en la plaza Rafael Atard de Manises para apoyar a Noelia, la joven a la que el Gobierno acaba de denegar el indulto por una pelea ocurrida en 2006 y por la que fue condenada a seis años de prisión en 2012.

Noelia y José, su pareja, solo recibieron que muestras de ánimo ante la posibilidad de que la chica entre en breve en prisión, notificación que todavía no ha recibido. Durante la concentración se instaló una mesa para recoger firmas con el objetivo de volver a pedir el indulto al Consejo de Ministros. Para ello, el abogado de su defensa va a solicitar a la sala la paralización de la entrada en la cárcel hasta que se resuelva la nueva petición. Cabe recordar que tanto el magistrado como la fiscalía apoyaban un indulto parcial, rebajando la pena a los dos años, que unido a la ausencia de antecedentes, evitaría la entrada de Noelia, con un bebé de cinco meses, en un centro penitenciario.

La chica, de 31 años, no podía ocultar las lágrimas ante tanto gesto de cariño, que agradeció. «Me arrepiento de lo que hice y nunca pensé que llegaría a esto. Sólo pido una condena justa», dijo rodeada de familia y amigos.

El incidente se produjo en 2006 en la tienda en la que trabajaba Noelia. Un tema banal acabó en una pelea con una conocida. La víctima sufrió lesiones , como una hipoacusia mixta del 70 % en el oído derecho y una neuorosensorial del 50 % en el izquierdo. La Audiencia la condenó en 2012 a seis años de cárcel, ratificando la pena el Tribunal Supremo un año después. También el Gobierno tumbó el indulto hace solo dos semanas.