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El PP ejemplifica el «bloqueo» de Educación con los casos de l'Horta

Guaix reclama un plan de rehabilitación de colegios con más de 40 años mientras FAPA lamenta que se opte por reformas y no se construyan los centros necesarios El STE-PV señala institutos masificados y la concertada se queja de los recortes

El PP ejemplifica el «bloqueo» de Educación con los casos de l'Horta

El cambio de gobierno en la Generalitat en 2015, y la llegada a la conselleria de Vicent Marzà y su equipo, ha supuesto modoificaciones en el panorama educativo, en general, y de la comarca de l'Horta, en particular. Si ese cambio es para bien o para mal, si va rápido o lento o si es suficiente o no, depende de a quién se le pregunte. Tal como recogía ayer Levante-EMV, hay necesidades históricas en infraestructuras, que poco a poco se van cubriendo (nuevos centros de Torrent, Xirivella o Rafelbunyol) y otras estancadas (el Cremona de Alaquàs o las mejoras pendientes en Mislata, Alboraia, la Pobla, Burjassot o Godella).

En l'Horta Sud, el presidente de guaix-Escola Valenciana, Vicent Font, rechaza de plano las aulas prefabricadas y propone un plan de rehabilitación de centros de más de 40 años, para los que plantea transferir los fondos a los colegios o consistorios para que se agilice. El veterano valora que cada centro haya podido elegir la jornada escolar que quiera para el próximo curso y también el nivel de implantación del plurilingüismo. Respecto a los recortes que se han aplicado a la escuela concertada, es contundente al decir que este modelo no debería existir ya que apuesta por centros públicos y privados 100%.

La representante del sindicato STE-PV en l'Horta, Nuria López, opina que la falta de planificación que se arrastra ha provocado déficit en infraestructuras e institutos masificados (Alcàsser, Albal, Catarroja o Patacona) «al incorporarse la generación del boom de la natalidad». También critica que en la etapa del PP se concertaron unidades en exceso en primaria «y ahora sobran en algunos pueblos». Asimismo, reclama un reparto más equitativo del alumnado con necesidades especiales en los colegios públicos y concertados.

En FAPA de l'Horta Sud, la presidenta Paz Garre es muy crítica con la implantación de la jornada intensiva. «La vamos a sufrir», indica, al tiempo que muestra su temor por la forma en que se va a implantar el plurilingüismo. «Se va a cambiar el modelo sin evaluar antes si los centros tienen recursos para implantarlo. Con los cambios, se está jugando con la educación de los niños». Respecto a las intraestructuras pendientes, lamenta que «los grandes proyectos no se estén acometiendo y que se opte más por las simples reformas de los centros como ya programó el PP, y como el caso del instituto de secundaria de Xirivella»..

Marius Fullana, presidente de la FAMPA y portavoz enl'Horta Nord, consideraba ayer que la conselleria «se ha dedicado a legislar, que es importante, pero hay cosas en las que no ha sido valiente». Algo que, según Fullana, se refleja en problemas de infraestructuras como los del IES Patacona de Alboraia (masificado y sin plan de ampliación) o el San Juan de Ribera de Burjassot. Otro problema planteado este curso y que la conselleria ha cerrado en falso es el de la jornada continua, «que ha provocado conflictos entre familias y profesores» como el vivido en el San Juan Evangelista de Massamagrell.

El dirigente de FAMPA alerta también de cómo la aplicación de la Llei de Plurilingüisme puede provocar un efecto «contrario» en municipios con gran número de centros concertados y un amplio sector de población castellanoparlante que ha elegido el nivel intermedio. Y también critica que la conselleria mantenga conciertos con colegios de la comarca (puso dos ejemplos en Godella y Paterna) «que deberían ser privados y que están llevándose recursos que le vendrían mejor a la pública».

Todo lo contrario piensa Jesús Pérez Santiago, vocal de la AMPA del colegio l'Armelar, uno de los pocos concertados a lo que Educación le ha quitado un aula de Bachillerato. Para él, casos como el de este centro de Paterna demuestran «la poca empatía hacia los problemas reales por parte de la conselleria, y su capacidad para crear conflictos que antes no existían». El portavoz de la AMPA acusa a Educación de no darse «cuenta del problema que están causando a muchas familias y, sobre todo, a muchos jóvenes», y considera «injusto que centros que están cumpliendo con todo y que no causan conflictos se les castigue de esta manera».

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