Un nuevo refugio de la Guerra Civil h salido a la luz en Silla gracias a la iniciativa de un vecino, que se puso en contacto con un arqueólogo para anunciarle que por el patio de su vivienda se accedía a este habitáculo.

Lo que encontró allí Llorenç Alapont, arqueólogo y antropólogo de Silla, fue «el refugio mejor conservado que he visto hasta ahora». Se trata de una construcción de 60-70 metros de largo y 1,80 m de ancho, revestido con ladrillo macizo y abovedado. Cuenta con tres salidas también abovedadas y revestidas con ladrillo macizo «algo poco habitual y la razón por la que se ha mantenido tan bien», según Alapont. Una de las salidas da al patio de la casa situada en la calle San Vicente por donde accedieron, otra al patio de otra vivienda en la calle Valencia cuyo propietario murió, y otra salida, justo en medio del corredor, «da a lo que creemos que fue el patio de una antigua fábrica, algo que explicaría las grandes dimensiones de este refugio que podría albergar a 50-60 personas cuando lo habitual cuando son privados es que sean para una o dos familias».

El largo refugio tiene dos bancadas perfectamente conservadas en los laterales para que la gente permaneciera sentada durante los bombardeos y no está construido en línea recta sino que hace un pequeño giro. «Está claro que su construcción fue encargada a profesionales y todo hace indicar que fue dirigida por un ingeniero ya que está muy bien construido y que esté abovedado le da más valor», reconoce Alapont.

El arqueólogo está deseando regresar al refugio. «El siguiente paso es topografiarlo para determinar las dimensiones y el recorrido exacto», señala Llorenç , quien ya hizo lo propio con otro refugio conocido como el de la Sirena, en mucho peor estado de conservación.

Otros 11 refugios localizados

Este refugio se incluye dentro de un mapa realizado por el cronista e historiador de Silla Josep Antich, quien ya en su libro anunciaba la existencia de ese refugio aunque no pudo nunca acceder a él.

«Mucha personas mayores me aseguraron que habían un refugio entre la calle San Vicente y Valencia, pero no conseguí que ninguno de los propietarios me dejara comprobarlo pese a ponerme en contacto con ellos. También es verdad que uno de ellos falleció justo en la boda de su hija y ya no insistí»., asegura.

Antich cree que hay doce refugios en Silla. Tres públicos realizados por el ayuntamiento en la estación, El Toll y la Plaça del Poble, este ultimo detectado por un georadar. Los otros, todos privados, algunos aparecieron al realizar obras como es el caso del de la calle Maestro Ribera y tras comprobar el mal estado de conservación se taparon, otros fueron directamente destruidos con las obras del suministro de agua potable en 1961.

A diferencia de los otros refugios hallados, el perfecto estado de conservación de éste y la reciente modificación de la Ley de Patrimonio Cultural, hace que el ayuntamiento esté negociando con el propietario incluir el refugio dentro del catálogo de bienes de interés cultural local, para poder invertir en su preservación, arreglar algunos ladrillos desprendidos y adecuarlo para abrirlo al público y hacerlo visitable, poniendo en valor una parte muy importante del patrimonio local y en definitiva de la historia de Silla.