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Los fotorrojos cazan a 45.625 conductores en dos años y logran 2,9 millones de ingresos

El sistema sancionador por saltarse semáforos llega al ecuador de la concesión con un pronunciado descenso de multas

Cámara sancionadora instalada en Picanya. daniel tortajada

Los fotorrojos, el sistema de captación de imágenes que sanciona a los conductores que se saltan un semáforo en rojo, cumplen dos años desde su puesta en marcha en junio de 2015 en cinco municipios de la comarca. En estos 24 meses han sido cazados 45.625 conductores que se ha traducido en unos ingresos que, por el momento, superan los 2,9 millones de euros.

La instalación de los fotorrojos es fruto de una concesión firmada en diciembre de 2014 por la Mancomunitat de l'Horta Sud, presidida entonces por el PP, y una empresa con sede social en Málaga por un montante de 949.194 euros por cuatro años. Fueron seis los municipios que aprobaron que se montaran las cámaras en sus calles: Beniparrell, Catarroja, Massanassa, Picanya, Sedaví y Quart, aunque este último las desmontó antes de que se pusieran en funcionamiento el 1 de junio de 2015.

Catarroja es el que en estos dos años ha registrado más sanciones y por extensión más ingresos, teniendo en cuenta que es el municipio con más cámaras (6) en sus semáforos. Así, entre junio de 2015 y mayo de 2017, los fotorrojos han cazado a 22.3437 conductores y la recaudación ha ascendido a 1,35 millones de euros, si bien hay que descontar un 20% más IVA que se lleva la concesionaria y los gastos de notificaciones certificadas de las multas que realiza la Mancomunitat.

Sedaví (dos cámaras) es el segundo municipio con más sanciones, con 10.679, y unos ingresos de 726.382 euros brutos. Le siguen Massanassa (2 fotorrojos), con 6.332 infracciones y 413.711 euros de ingresos; Picanya (1 cámara) con 5.020 multas y 334.612 euros; y por último Beniparell (un sistema) con 1.157 expedientes y 78.859 euros brutos recaudados en dos años.

Caída del 58% en infracciones

Si bien es cierto que en 24 meses se ha registrado una media mensual de 1.901 multas, la tendencia ha sido a la baja desde la puesta en marcha del sistema sancionador. La prueba es que en el segundo semestre de 2015, se abrieron 29.154 expedientes por infracciones en los cinco municipios con unos ingresos recaudados de 1,23 millones de euros. Por contra, en todo el año 2016, con muchos ciudadanos y conductores ya alertados de dónde está cada cámara en cada localidad, las multas bajaron hasta las 12.229, un 58% menos, aunque los ingresos, 1,28 millones, eran similares pero en un periodo de tiempo superior. En este sentido, en los cinco primeros meses de este curso, se han contabilizado 4.242 multas, con unos ingresos estimados por encima de los 381.000 euros.

Fase ámbar y amenazas

Los inicios de los fotorrojos fueron muy complicados para los alcaldes, que se encontraron con la rebelión de los ciudadanos que empezaban a ser sancionados por un sistema que les vino impuesto (en el caso de Catarroja, Sedaví y Beniparrell) cuando accedieron a las alcaldías en 2015. De hecho trataron, en algunos casos, de alargar al máximo permitido por la ley los segundos de la fase ámbar de los semáforos que tienen la cámara instalada para,al menos, paliar el impacto inicial de multas. En este sentido, a finales de 2015, en pleno aluvión de multas, un empleado de la Mancomunitat, ente que tramita las sanciones, denunció en Comisaría haber sido seguido hasta su domicilio por un conductor multado, que lo amenazó de muerte.

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