Juan Cristobal Cantero, presidente de la Asociación de Vecinos de la Coma, acudió ayer al ayuntamiento y visitó los despachos de todos los grupos políticos de la corporación. Su objetivo era invitarles a pasar 48 horas conviviendo entre ellos y con los vecinos de este barrio de «actuación preferente» para que conocieran «de primera mano todos nuestros problemas, demostrarles cuáles son las condiciones de los vecinos que vivimos allí y que se preguntaran si a ellos les gustaría vivir en esas condiciones».
La idea de la asociación de vecinos es que esta especie de «gran hermano de políticos», tal como lo defenía ayer el propio Cantero, tenga lugar el próximo fin de semana del 22 y 23 de julio. Y, según comentaba ayer el dirigente vecinal, los partidos a mostrado «buena disposición» a participar. «De momento, casi todos han dicho que sí menos uno que no nos lo ha asegurado pero que creo que al final también vendrá», comentaba ayer Cantero.
Para que los concejales -uno por partido- pernocten ese fin de semana en el barrio, la asociación pondrá a su disp0sición alguna de las viviendas protegidas de la Coma aunque, ante posibles problemas de espacio (hay 6 grupos municipales, más los dos nuevos concejales no adscritos provenientes del PP),también se podría acondicionar para que durmieran en sacos en la misma sede de la entidad vecinal. «Queremos que estén todo el día para que comprueben que los problemas en la Coma no solo se producen de día, sino también de noche», apuntaba ayer Cantero.
Suciedad, cucarachas y ratas
¿Y cuáles son los problemas que quiere mostrar la Asociación de Vecinos de la Coma? «Durante estos dos días se van a encontrar suciedad, cucarachas y ratas, inseguridad y el malestar general de los vecinos que sienten que están viviendo en un barrio de tercera y que se sienten abandonados por las administraciones», relataba ayer el dirigente vecinal».
Uno de estos problemas que afecta al día a día de los habitantes de la Coma es el de la ausencia de servicio de urgencias en el centro de salud del barrio. «No hay servicio de urgencias. Y, si en vez de fin de semana, vinieran entre semana comprobarían que es un centro de salud saturado», señala. Efectivamente, la propia Conselleria de Sanitat reconoce en un informe que el consultorio de la Coma-Mas del Rosari es el que tiene la ratio más elevada de pacientes por médico (2.238) de toda la Comunitat Valenciana (1.700 como máximo).
Otro problema que la asociación vecinal quiere que los concejales comprueben de primera mano es lo que supone residir en un barrio en el que no hay comercios. Y es que el cierre reciente del único supermercado que daba servicio a la Coma ha dejado a este barrio de actuación preferente en Paterna, en el que residen alrededor de 6.000 personas, sin más comercio que la media docena de pequeños «kioscos» en módulos prefabricados gestionados por los propios vecinos y en los que no se venden ni productos de alimentación frescos, y ni siquiera congelados.
«En este barrio de Paterna se palpa y se vive en la pobreza -señalaba en un escrito el presidente de la junta de Barrio, Juan Cristobal Cantero-. Un barrio que ahora se queda sin supermercado y que era uno de los pocos espacios compartidos que teníamos». «La falta de limpieza del entorno, la falta de seguridad y el alquiler en esta zona degradada han provocado esta situación de urgencia y de nuevo hemos quedado aislados», añade Cantero. Y el tercer problema principal es el de la falta de vigilancia policial y el de los problemas derivados de ello. «No solo podrán comprobar lo que es vivir en un barrio inseguro, sino también en un barrio en el que hay ruido las 24 horas y los problemas de descanso que eso produce».
