El Ayuntamiento de Manises ha mostrado su rechazo a la decisión de la Conselleria de Sanitat de que el centro de salud de la localidad dispense metadona a los pacientes de toda el área sanitaria, de gestión privada. El pasado 24 de noviembre de 2016, el pleno municipal aprobó por unanimidad un acuerdo en el que se exigía a la Generalitat la paralización del proyecto de dispensación de metadona en el centro de salud local, así como la apertura de diálogo entre todos los sectores afectados por la medida para buscar alternativas.

Sin embargo, y según ha asegurado el consistorio en un comunicado, la consellería no ha accedido a las pretensiones de los partidos políticos maniseros, y será a partir del próximo 1 de agosto cuando comenzará la distribución allí de metadona para todos los pacientes del Área de Salud de Manises.

En su nota el ayuntamiento, ha mostrado su disconformidad ante la decisión de la Consellería. «No parece que sea la solución más adecuada, ni para los destinatarios, ni para el resto de usuarios del centro. Debido a las reducidas dimensiones del mismo, es fácil prever que la convivencia de pacientes con las características de los usuarios de metadona con el resto de usuarios del ambulatorio será fuente de conflictos que redundarán en un empeoramiento del funcionamiento del centro», ha declarado el gobierno local.

«La sinrazón -han añadido las fuentes municipales-, es mayor cuando se compara con las alternativas que se han planteado, tanto desde esta administración como por los propios trabajadores del centro de salud». Una de las alternativas que propone el municipio es que cada localidad dispense la metadona a sus vecinos, «lo que dignifica a los pacientes tratándolos en su entorno».

La otra alternativa que plantean el gobierno que encabeza Jesús Borràs y los trabajadores del centro de salud es que la metadona se dispense «en un en un espacio adecuado en cualquiera de los hospitales del área, ya sea el antiguo Hospital Militar o el de Manises, lugares que disponen de instalaciones suficientes para asegurar un trato digno a los destinatarios de la metadona, sin causar los problemas que se generarán en caso de hacerlo en el ambulatorio d ela localidad».

Además, el consistorio plantea que se consideren otras alternativas a la metadona, como la disposición de otros fármacos sustitutivos que ya existan en el mercado y que «redundaría en una normalización del tratamiento». «Así, el ayuntamiento reitera su exigencia de paralizar el proyecto y la apertura de diálogo con la Conselleria, sin renunciar a la adopción de las medidas que se consideren más adecuadas para defender el correcto funcionamiento del centro».