A golpe de ´trabuc´ y con labia de negociador. Así conquistó ayer el bando moro la Torre de Torrent durante el primer acto de los festejos incluidos en las fiestas patronales. Las huestes de la media luna, capitaneadas por Vicent Simó, de la comparsa Sumayl´s, cabalgaron hasta los pies de la fortaleza declarada BIC con el objetivo claro de reconquistar la ciudad.

Allí les esperaban los cristianos, armados hasta los dientes, para defender lo que era suyo. Durante la embajada, el representante de la fila de Comilitons también tiró de verbo, intercalando en su alocución fina ironía en la que introdujo crítica local como el «antic nou mercat» o la doble etapa de Jesús Ros al frente del ayuntamiento torrentino. De poco le sirvió al ejercito cristiano que su propio capitán, Vicent Burguera, defendiera desde lo alto de la Torre, que la bandera de la Cruz siguiera en lo alto del mástil.

La batalla cayó del bando moro que tomó la Torre y reconquistó la ciudad. Mañana, se espera la segunda y definitiva «trabucà», que decidirá el futuro de Torrent.

Como novedad, este año, el presidente de la Federación de Moros y Cristianos, Dani Catalán, ha señalado que se ha avanzado en la formación de los y de las trabucaires para cumplir las nuevas leyes de seguridad en armas de avancarga para asegurar estos tradicionales actos.

Por otra parte, los actos de Moros y Cristianos arrancaron el lunes por la tarde con el tradicional pregón. Ambos capitanes fueron escoltados por la alférez mora, Patricia López, y la alférez cristiana, Concha Gallardo. Tras la ofrenda als Sant de la Pedra, se dirigieron en pasacalle desde la plaza del Raval hasta el Asilo Santa Elena, donde los más mayores pudieron disfrutar de un desfile.