Cuando no hace ni un año de la presentación de «l'Acord del Batà», Paterna ya está inmersa en la «Crisis del Batà» rovocada por el desacuerdo entre los tres miembros del gobierno local -PSPV (marca blanca de Podemos)- sobre cuándo hay que aprobar los presupuestos municipales de 2018. Los socialistas, con el alcalde Juan Antonio Sagredo al frente, lo quieren hacer cuánto antes, en septiembre como muy tarde. Compromís y Podemos quieren esperar a octubre para satisfacer la petición del Consell de Participació de tener más tiempo para estudiar la propuesta de inversiones del ejecutivo local.

El actual desencuentro entre PSPV, Compromís y PaSip quedó el viernes reflejado en la junta de gobierno, donde el proyecto fue aprobado con los únicos votos a favor del PSPV, y en el cruce de comunicados y declaraciones de los miembros del tripartito, anunciando todos ellos que consultarán a sus bases si deben mantener «l'Acord del Batà».

Fueron los socialistas quienes primero hicieron pública la crisis entre los tres socios, y anunciaron la celebración de una consulta con los afiliados para decidir la continuidad del gobierno. Ahora el mismo partido, según ha podido saber este periódico, propondrá a Compromís y Podemos la creación de una especie de «comité de crisis» que trabaje durante este mes para tratar de salvar el pacto.

Según las fuentes consultadas, lo que el PSPV denomina «comité de seguimiento del pacto de gobierno» estará formado por miembros de los tres partidos y ha de tener dos objetivos. El primero es el de, respetando la autonomía de cada formación, coordinar la celebración de las distintas asambleas que los partidos han anunciado para que sus afiliados o miembros decidan el futuro del pacto. Así, y según las mismas fuentes, se quiere evitar una diferencia cronológica excesiva entre las tres consultas y retrasar cualquier decisión al respecto más allá del mes de septiembre.

El segundo objetivo del comité, según lo van a plantear los socialistas, es el desatascar la aprobación de los presupuestos. Si nada cambia en las próximas semanas -es decir, si el PSPV se empeña en convocar cuanto antes el pleno alegando que el proyecto ha estado a disposición de los vecinos cuatro meses, y Compromís y Podemos se empeñen en no hacerlo sin el visto bueno del Consell de Participació- probablemente las cuentas no saldrán adelante porque no contarán con los votos suficientes.

Pero en su rueda de prensa del viernes, ninguno de los socios de Sagredo quiso cerrar la puerta a una negociación (están de acuerdo en los aspecto económicos del proyecto) y ahora parece que el PSOE ha recogido el guante. Así, los socialistas propondrán que el comité también trabaje durante todo agosto para que el Consell de Participació vea atendida su pretensión de estudiar mejor las cuentas, pero sin tener que retrasar su aprobación hasta octubre.