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Aldaia

El otro «Tribunal de les Aigües»

Aldaia tiene una comunidad de propietarios que organiza los riegos de los agricultores del Rollet

El otro «Tribunal de les Aigües»

Cada jueves a las puertas de la Catedral de València se reúnen los síndicos de cada acequia representativa de la Vega valenciana en el Tribunal de les Aigües. Allí se resuelven los conflictos entre agricultores generados por el reparto del agua. Pero Aldaia también tiene a su propia comunidad autoritaria.

?Enrique Andrés como síndico, José Bonet, Carles Andrés, Gerardo Martínez, Paco Guzmán, Jesús Quereda, Maxim Taberner, Ricardo Solaz, Carmen Gómez y Trinidad Sales forman la Junta de Gobierno del Tribunal del Comuner del Rollet de Gràcia. Se trata de una comunidad de propietarios agrícolas cuya tarea es solucionar los posibles enfrentamientos generados por el riego de sus terrenos. «Realmente nuestra función es prevenir esos conflictos, mediamos entre las partes para que lleguen a un acuerdo», explica su presidente, José Bonet, catedrático de Derecho Procesal por la Universitat de València.

?«En València parece que esté hecho para turistas y la gente puede pensar que los tribunales no se celebran, pero, al igual que nosotros, resuelven las disputas. La mano dura sería el último paso. Si no hay juicios es que el tribunal funciona» aclara Carles Andrés, vicepresidente del mismo. «El hecho de que haya un organismo que te pueda denunciar provoca temor y evita que se cometan infracciones», añade Bonet.

Aunque también se ubican en la Vega de València, la comunidad de la acequia del Comuner de Aldaia es autónoma del Tribunal de les Aigües, a pesar de que su procedencia sí que está relacionada. El canal que baña los campos aldaieros surge de la acequia de Benàger i Faitanar, una vía acuática que es una parte de la acequia de Quart. Estas dos canalizaciones tienen su propia comunidad perteneciente al tribunal del cap i casal. A pesar de esta libertad, su junta se elige de la misma manera que el consejo de hombres buenos de València, de forma democrática.

Con cerca de 300 comuneros, la historia de este tribunal no tiene fecha de origen en el pasado. «Somos la institución más antigua de Aldaia, más incluso que el Ayuntamiento o la Iglesia, puesto que el paso inicial de los primeros pobladores en estas tierras fue regar. De ahí surgiría un conflicto y su posible solución que desconocemos», cuenta José Bonet. A pesar de no contar con una documentación que lo acredite, «tenemos las Ordenanzas más antiguas, del 1589, de las acequias derivadas del rio Turia», según Carles Andrés.

Tradición recuperada tras un siglo

El pasado 4 de agosto celebraron una sesión ordinaria que se repite desde que recuperaron esta tradición en 2014. «Ese día es el de San Isidro Labrador y coincide con las fiestas patronales», esclarece el presidente. Anteriormente, el tribunal no se constituía por no haber conflictos, estando fuera de funcionamiento más de un siglo. Antes se reunían cada jueves a las 12 horas pero «no todos trabajamos como agricultores», aclara Bonet, por lo que acordaron celebrar una sesión cada 4 de agosto y cuando surgiera algún conflicto.

Entre los enfrentamientos, los miembros de la junta recuerdan una disputa entre dos hombres mayores «que llegaron a cogerse del cuello, casi se matan con las azadas. Estuvimos a punto de llegar a la vía penal pero por suerte lo arreglaron», rememora el presidente. El mayor problema con el que se encuentran en la actualidad son los nuevos agricultores que labran el campo por ocio, cuyo desconocimiento del reparto de agua para riegos genera tensiones entre los veteranos. Para ello, las funciones del atandador y el sequier son claves, puesto que vigilan y dividen los turnos de riego de cada uno de los comuneros de l´Horta del Rollet de Gràcia.

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