El plan transitorio aprobado en el año 2002, dirigido por la entonces arquitecta municipal de Quart de Poblet, Mª Pilar Núñez Lizondo, establecía una relación de «protecciones singulares» que ahora habrá que revisar para adaptarlo a la Ley del Patrimonio Cultural Valenciano y a la LOTUP.
Este catálogo contiene como edificios con nivel de protección integral (PI) los tres más representativos del municipio como son la «Cisterna Árabe», la Ermita de Sant Onofre y la Iglesia Parroquial de la Purísima Concepción. Así como con nivel de protección parcial (PP) marca 15 inmuebles entre los que se encuentran nueve antiguas dotaciones, algunas de ellas en desuso o con una utilización distinta a la original, como son el Antiguo Ayuntamiento, el que fuera Matadero, el Molí de Real, el depósito conocido como «Les bases», el Sanatorio de «Sant Onofre», el Edificio Antiguo del Colegio San Enrique, el Casino, hoy «Centre de convivència», y el Convento de Betania. También forman parte de este grado de protección tres de las casas más destacadas de la población de entre finales del siglo XIX y principios del XX, como la antigua vivienda de Juan Bautista Valldecabres o las que podemos encontrar en la calle de la Estació y Alcota. Y por último, otras tres construcciones de tipología industrial como las antiguas oficinas de Refracta, integradas hoy en la Biblioteca Pública Municipal 'Enric Valor', la fábrica de Aceites Andrés y el «Fumeral Nou de Turégano».
Partiendo de esta base,el nuevo catálogo incluirá elementos que ya estaban protegidos en el anterior y se ampliará con otros ya inventariados o bien protegidos por la Generalitat Valenciana o por disposiciones adicionales de la Ley de Patrimonio. En esta situación están los azudes y el tramo histórico de la acequia de Mislata, los diferentes partidores de la red islámica de regadío.
