Silla vivió el martes por la noche una situación propia de una película de Berlanga. Los Bomberos desalojaron una finca situada en la Av. País Valencià tras ser alertados por los vecinos de un posible incendio en un bajo de propiedad municipal.

Una dotación de Bomberos y otra de Policía Local se acercaron hasta el lugar de los hechos donde certificaron que la persiana del bajo quemaba pero descubrieron que no era por un posible incendio en su interior sino por un mero despiste, ya que los operarios municipales habían entrado en el local por la mañana y se olvidaron de apagar la máquina de aire acondicionado. El ventilador de esta máquina está justo entre la puerta del local y la persiana, y al cerrarse esta última se creó una bolsa de aire caliente que traspasó la persiana así como el piso superior, algo que alertó a los residentes.

Tras recibir esta alerta sobre las 23 horas del martes 29, se puso e marcha el protocolo de actuación en caso de incendio, y se acercó hasta allí la Policía Local, la Guardia Civil así como una dotación de bomberos, que se limitó a desalojar a los vecinos de la finca, y rociar con agua la persiana para bajar la temperatura.

Sin embargo fueron los propios Bomberos los que protagonizaron otra de las anécdotas de la noche, ya que a la Av. País Valencià se accede por un túnel de pequeñas dimensiones y el coche de Bomberos tras un primer intento fallido, optó por dar la vuelta y buscar otro acceso, dejando a un operario que decidió cruzar el túnel a pie.

Fuentes municipales confirmaron a este periódico que por la mañana dos técnicas del ayuntamiento abrieron el bajo conocido como Conecta Molí -un punto informático utilizado por el consistorio para talleres de formación- y que tras unas horas allí cerraron la persiana sin cerciorarse que estaba conectada la máquina de aire acondicionado, y descartaron otra información que aseguraban que el aire acondicionado había estado encendido durante los meses estivales que permaneció cerrado el local.