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La Paterna de Música, Foc y Fe

suena con plácida armonía «Suspiros de España» en la serena noche de agosto. El nuevo director de la Banda Sinfónica de Paterna ha elegido este hermoso pasodoble, de otra noche cartagenera, para abrir el concierto de la fiestas; el más esperado. Es la cita, que, una vez al año, acoge a los músicos profesionales nacidos en el pueblo y repartidos por todo el territorio nacional. Han vuelto a Paterna, a la llamada de sus raíces y de su sangre. Saludan a sus familiares y amigos; visitan el majestuoso auditorio de su banda dedicado a Antonio Cabeza; recuerdan su niñez cuando empezaban a solfear, a acariciar la trompeta, el clarinete, el fagot, el trombón que compró el abuelo músico, o el padre y la madre que sueñan con los sueños de sus hijos. Años de sacrificios diarios con un horizonte de esperanza que culmina en esa plaza de catedrático, o de solista en reconocidas orquestas?Paterna extiende sus venas, labios de arte por media España. Es el concierto de fiestas, que congrega a centenares de paterneros y paterneras que hablan la lengua de Ausias March, Joanot Martorell, Estellés o Casp..

El concierto de la banda trasciende con mucho la belleza armónica de los acordes de «El Bateo», o los solos que, salpicados con criterio, nos muestran la calidad artística de sus músicos. Hay documentos que certifican la vida de la antigua Lira de Paterna desde 1866? Esta noche de agosto de 2017, el metal afronta la frase con desparpajo y decidida precisión. Suena a gloria. La madera vuela como musa de melódica y afinada inspiración. La percusión se luce transportándonos a ritmo de selva amazónica en obra de homenaje a los Libertadores. Todos coinciden en señalar que éste ha sido el mejor concierto en años?Acabará con el Himno a la Cordà, siempre acompañado del fuego purificador, el Himno a Paterna y a la Regió. Las gentes apenas pueden contener una emoción, tanta y tan sentida, que contagia al visitante. Es el sentimiento que brota de los recuerdos de la niñez, de la Paterna que es

«la nostra cuna, on vàrem vore la llum primera, vixca la Torre, negra i moruna, que l' acarona altiva i fiera?, cantará la voz del corazón paternero».

El concierto es el encuentro de los paterneros que saben quién es el abuelo de quién o el reencuentro de aquellos a los que el silbido del cohete les parecerá el «més bonico del món» Es la Paterna de la procesión porque uno podrá tener más o menos fe, pero ese día acudirá con fidelidad religiosa para acompañar a «su» Cristo, «El Morenet», por las calles de siempre, como siempre se hizo, durante siglos, como ya hacía San Vicent Ferrer.

Es la Paterna de los romanos, la musulmana entregada en pacífico pacto a las tropas del Rei Jaume, «Perga qui perga rega Paterna», aparecerá en el Llibre del Repartiment en agradecimiento a la paz; la que hizo arte de la cerámica; la harinera que ha sabido cuidar su legado patrimonial; la que ha hecho de las cuevas moriscas un conjunto monumental artístico y cultural de singular belleza; la de parajes naturales como La Canyada y la Vallesa; la que protege la cultura y el arte en sentido tributo de respeto a pintores, escultores, escritores, actores, músicos?Tantos y de tanto compromiso y calidad que permiten alzar en legítima y vanidosa voz el grito de grandeza de este pueblo. Paterna, con acogedoras manos para tantos que llegados de tierras lejanas han labrado un futuro para sus hijos, ha sabido mantener su identidad, su lengua, su «joc de pilota», el de Micalet, «que feria mes que qui inventà la pilota» Ha sabido ser valenciana, por «Música, Foc i Fe».

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