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BBVA y Santander trabajan ya en el PAI para urbanizar el antiguo polígono de la Patacona

El nuevo proyecto rebaja las mil casas contempladas hasta ahora, incrementa el área comercial y el consistorio propone incluir un hotel

Los Silos de la antigua empresa vinícola Vinival, en el polígono de la Patacona, donde se desarrollará el proyecto. levante-emv

El Banco Santander y BBVA trabajan ya para presentar un proyecto de urbanización de la antigua zona industrial de la Patacona, uno de los últimos sectores de suelo residencial y terciario que quedan sin desarrollar en este barrio. El primer proyecto para desarrollar el sector -que quedó paralizado por la quiebra de la principal empresa propietaria del suelo-, contemplaba la construcción de unas mil viviendas. Ahora el consistorio quiere rebajar considerablemente esta cifra para incrementar el porcentaje dedicado a los comercios. Además, la edificabilidad pasa del 1 % al 0,70 %, lo que también determina el recorte en el número de casas. También pedirá el ayuntamiento que se incluya en el plan la edificación de un hotel para suplir la escasez de plazas hoteleras en la Patacona , uno de los barrios los más cotizados del litoral por su proximidad con la ciudad de València.

Según han explicado fuentes municipales, las dos entidades bancarias tienen casi el 50 % de la propiedad del suelo por la liquidación de la empresa Reyal Urbis, que ya intentó el desarrollo del sector en la pasada década.

El resto, y según señaló ayer la concejala de Urbanismo Ana Bru, son alrededor de una docena de pequeños propietarios, entre ellos los de las naves industriales que todavía funcionan en el polígono. Al parecer, los dos bancos ya han comunicado a estos dueños de parcelas sus intenciones y el propio gobierno local tiene previsto reunirse con ellos para analizar las posibilidades del proyecto. Precisamente, una de las cargas del Plan de Reforma Interior UE-1 que contempla el desarrollo de este sector es el de asumir los costes del cese de actividad o traslado de las pequeñas empresas que todavía funcionan.

Este sector se conoce como Vinival por la presencia allí de las instalaciones de una antigua empresa vitivinícola del mismo nombre cuyos silos el consistorio quiere que se conserven por su singularidad. Su desarrollo urbanístico para convertir el antiguo polígono industrial en una nueva área residencial y comercial lo iba a acometer la promotora Reyal Urbis, pero en 2015 la empresa renunció al proyecto al entrar en liquidación.

Reyal Urbis contemplaba la edificación de una mil viviendas en un área de 121.000 metros cuadrados. Al renunciar, el ayuntamiento le devolvió el aval bancario de 300.000 euros que depósito la promotora en 2008 como garantía y Reyal Urbis aceptó también no ejecutar una posible sentencia contra el gobierno municipal por haber declarado «desierto» por falta de documentación el concurso del procedimiento de gestión del PRI tras haberlo concedido de forma provisional a la constructora.

Tras aprobar en diciembre de 2014 el convenio transaccional propuesto por Reyal Urbis para la finalización del procedimiento ordinario, y renunciar la empresa a su condición de agente urbanizador, el consistorio pudo volver a sacar a concurso público el desarrollo de este PRI cuya programación indirecta y las bases para el desarrollo fueron aprobadas en diciembre de 2007. El plan incluía la recalificación en residencial de 120.887 metros cuadrados de suelo industrial, incluyendo los de la antigua Vinival, con sus grandes bodegas que pasarían a ser de propiedad municipal (la intención original era convertirlas en centro cultura). Se contemplaba edificar hasta 946 viviendas, además de 33.133 metros de suelo dotacional, que se quieren destinar a la construcción de un centro educativo, y 15.383 de zonas verdes.

Además, las bases para desarrollar el sector establecían que el 5 % de cesión por el aprovechamiento se sustituiría por una aportación económica equivalente, y que el 25 % de la edificabilidad se destinaría a viviendas de protección oficial. En el informe del arquitecto municipal que aludía a la cesión de las bodegas y su rehabilitación, el técnico concluía que el proyecto costaría más de 7,4 millones y estimaba que debería contemplarse como cargas de urbanización.

Pero ahora, y según señalaba ayer la concejala Ana Bru, el ayuntamiento quiere renunciar a la propiedad de las bodegas aunque sí pretende que el agente urbanizar las mantenga tal cual están y bien podrían ser utilizadas con fines comerciales como para albergar algún tipo de servicio dentro del nuevo barrio.

El ayuntamiento también pretende que se dé a uso comercial la mayor parte posible del suelo «para dar viabilidad al sector, y los promotores ya lo están estudiando». Señalaba ayer Bru que una de las principales carencias actuales de la Patacona es la falta de comercios ya que la mayor parte de los edificios carecen de bajos comerciales. «En verano hay actividad pero en invierno, sobre todo a partir de la tarde, es un lugar sin vida», resumía la edila.

Explicaba también Bru que el consistorio promoverá que se sigan en el diseño de los edificios (que superarán las cinco altura) «criterios de vanguardia en cuanto a sostenibilidad». En cuanto a la posibilidad de incluir un hotel en el PRI, Bru reconoció que estudios particulares sobre su viabilidad que se han hecho anteriormente desaconsejan su implantación. «Pero nosotros consideramos que beneficiaría mucho al barrio», subrayó.

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