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Torrent

Educación deja sin clase a 140 niños con diversidad funcional por el retraso de las obras

Padres y madres califican de «vergüenza» la demora en la instalación de barracones y critican la falta de previsión del Consell

Padres, madres y alumnos, ayer a las puertas del centro La Encarnación, construido íntegramente en barracones. c. l.

El lunes, once de septiembre, comenzó el curso escolar en la C. Valenciana, aunque no para todos. Los 140 alumnos del colegio de Educación Especial La Encarnación de Torrent llevan dos semanas sin poder empezar la temporada lectiva al no estar en condiciones los barracones provisionales en los que estudiarán, mientras duren los trabajos de reforma íntegra del centro que han ocupado hasta el pasado junio. La conselleria de Educación ha garantizado que el próximo lunes iniciarán las clases con las instalaciones a pleno rendimiento.

En abril del pasado año, Educación licitaba por 4,3 millones las obras en el CEE La Encarnación. La actuación, con un plazo de ejecución de 17 meses, contemplaba edificar ocho aulas para escolares de tres a ocho años, seis aulas para nueve a 16 años y cinco aulas destinadas a estudiantes de 17 a 21 años. La obra acabaría con diez años de barracones, nada adecuados para unos alumnos con necesidades especiales. Mientras duraran los trabajos, adjudicados antes de verano, se habilitarían nuevas aulas prefabricadas en un solar, frente al actual colegio. De hecho, el DOCV publicó en agosto la resolución por la que invertía 416.227 euros para los barracones de La Encarnación.

Pero llegó el inicio de curso y las instalaciones provisionales no estaban finalizadas. El jueves siete de septiembre, los padres y madres de los 140 alumnos recibieron una llamada desde el centro comunicándoles que el curso no podría comenzar el lunes 11, y que las clases arrancarían el miércoles 20. Si el aplazamiento ya era un gran inconveniente para los padres, esta misma semana se volvió en pesadilla cuando la víspera de la 'segunda' apertura de curso recibieron una nueva notificación: «Las clases comenzarán el lunes 25». Y los padres no pueden aguantar más.

Un grupo de madres y padres se reunieron ayer a las puertas del centro para, mientras entraban y salían operarios de las instalaciones, denunciar la «falta de previsión» de la conselleria y calificar de «vergüenza que nuestro hijos lleven dos semanas sin clase». Uno de esos progenitores es Sixto. Tiene un hijo de 13 años, que cursa en La Encarnación desde los cinco. «Llevo una semana sin sueldo en el trabajo al pedírmelo libre para poder cuidar de mi hijo. Necesita una atención especial y no puedo dejarlo con nadie. Su madre ya se queda cada primera semana de septiembre sin empleo y sueldo para poder cuidarlo al empezar las clases en la segunda semana, pero este año está siendo... Yo ya no puedo cogerme más días y como no abran el lunes que viene no sé qué vamos a hacer», relataba. Además, advertía, «dudo que el lunes esté todo apunto tal y como están las obras», decía mientras señalaba los barracones.

Hasta allí también se acercó Benjamín, para mostrar su cabreo. «El retraso afecta a nuestro día a día, pero, sobre todo, a los niños. Necesitan ya entrar en su rutina, venir a clase, estar con sus compañeros... y es increíble que sabiendo hace más de un año que estudiarían en barracones año y medio por las obras en el otro centro, el tiempo se les haya echado encima y los niños estén sin clase. Y mientras, los padres tenemos que cuadrar horarios y pedir ayuda a familiares para que los cuiden un pequeño tiempo», explicaba, casi a pie de obra.

Entre el corrillo de padres, se movía el pequeño Raúl. Tiene doce años y padece una enfermedad rara. Está cabreado porque no han empezado las clases. Su madre, Eva, criticaba que «esto es una vergüenza. Nuestros hijos tienen todo el derecho de estar ya en el colegio, como el resto de alumnos que comenzaron el día once» y preguntaba «si hubiera sido al revés y yo no trajera a mi hijo al colegio, hay sentencias que han multado a padres por ello».

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