La educación sexual es en España un contenido transversal que, por tanto, puede impartirse dentro de todas las asignaturas y a lo largo de la etapa educativa. La ley legitima al profesorado para educar en la sexualidad al alumnado desde los primeros días. Sin embargo, en la práctica la asignatura está algo relegada por la cantidad de materias transversales que los docentes tienen que aboirdar en el aula y, en ocasiones, también por la reticencia de las familias, de algunos centros concertados o de la Iglesia.

Ésta es una de las conclusiones que se extrajeron en la cena tertulia que la psicóloga Chelo Claramunt, coordinadora del Programa de Educación Sexual de Torrent, ofreció para el colectivo Alaquàs Debat, a la que asistieron 65 personas.

En el turno de intervenciones, el público preguntó si era necesario consultar a las familias para impartir educación sexual, si en los planes municipales y de la conselleria se abordan cuestiones de género, quién forma a padres y abuelos en la materia, si debería comenzar a impartirse en infantil, el papel pasivo de los colegios, cómo se trabaja contra el acoso sexual, si los contenidos de Internet contribuyen a una percepción deformada del sexo en los adolescentes o qué ersultados han dado los diferentes modelos que se aplican en el mundo. Claramunt recordó que «la educación sexual es cosa de todos» y no solo de la escuela e insistió en que «aunque lo parezca, los adolescentes no se las saben todas».