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Sanciones

Cerco a las heces de perro

Los municipios endurecen sus ordenanzas para combatir la presencia de cacas en la vía pública - El ADN canino reduce en un 80 % los excrementos en Mislata y la Mancomunitat estudia la viabilidad del proyecto para ofrecerlo a otros pueblos

La presencia continua de heces de perro en la vía pública ha obligado a los municipios a redactar ordenanzas para imponer sanciones a sus dueños por no recogerlas, modificar reglamentos para endurecerlos o implantar innovadores sistemas como el ADN canino.

Precisamente este último lo instauró Mislata hace poco más de seis meses. Desde entonces más de 2.500 perros se han registrado en el banco de datos de sangre. El objetivo es cotejar el ADN del excremento hallado por la brigada de inspección en la calle con el fichero de canes registrados y sancionar a los propietarios. La aplicación del proyecto ha reducido en un 80% las cacas en la vía pública. María Luis Martínez, portavoz del gobierno municipal, muestra la "satisfacción porque el sistema ha conseguido eliminar casi por completo las cacas de perro de nuestras calles y aceras". De hecho, la Mancomunitat de l'Horta Sud, a petición de varios municipios de la comarca, ha solicitado formalmente al Ayuntamiento de Mislata toda la información relacionada con este proyecto para estudiar la viabilidad de ofrecer el servicio mancomunado.

En este sentido, Alboraia también dispone del sistema del ADN canino desde el pasado febrero cuando comenzó los análisis, mientras que en Torrent, el PP tenía proyectado implantarlo antes del final de la pasada legislatura pero el nuevo equipo de gobierno de Jesús Ros lo aparcó a su llegada por su alto coste económico.

Modificaciones en marcha

Alfafar se encuentra actualmente modificando la ordenanza para incorporar el registro de ADN de los canes, lo que permitirá sancionar a los propietarios de los perros con muestras de heces recogidas e la calle. Según el concejal de Sanidad, Eduardo Grau, "la idea es incorporar ya esta modificación para que cuando dispongamos de una dotación económica en los presupuestos poder subvencionar la realización de análisis en los perros de la localidad".

Actualmente, desde el ayuntamiento se está consiguiendo mejorar la limpieza de las calles gracias a las sanciones, que va desde 200 a 602 euros "dependiendo de la zona, si es de uso infantil es más grave por ejemplo o también se tiene en cuenta la reincidencia". Así este año solo se han interpuesto 12 multas, resultado de una reducción progresiva desde las 43 sanciones en 2013, las 32 del 14, las 39 del 15 o las 26 del año pasado.

Burjassot está en pleno proceso de aprobar una nueva ordenanza sobre Bienestar, Sanidad y Protección Animal. Las multas por no recoger los excrementos de las mascotas de la calle irán desde los 30 a los 600 euros, según el borrador, incrementando las cantidades del reglamento en vigor. De hecho, la reincidencia podría elevar la sanción a grave (601 a 6.000 euros). En 2016 se impusieron unas 35 multas por no recoger las deposiciones.

Puçol, por su parte, modificó le reglamento para endurecer las sanciones. Dejar a los animales suelos, es decir, sin correa y no recoger sus heces estaba sancionado hasta inicios de este año con una multa de 30 euros. Sin embargo, actualmente, esta primera infracción se paga con 150 euros y no recoger los excrementos supone para el infractor, una multa de 300 euros, según informan fuentes municipales. La respuesta a este incremento en el precio de las sanciones ha sido la disminución de «regalitos» abandonados por las calles de la localidad. La población, al aumentar el importe de las multas, va con más cuidado y recoge los restos que dejan sus animales.

De la misma forma lo hizo Alaquàs, que modificó a finales del año pasado la ordenanza Reguladora de la Tenencia de Animales de Compañía y endureció las medidas que se exigen a los ciudadanos. El reglamento obligaba a los propietarios de los perros a portar bolsas impermeables y productos de limpieza para desinfectar la zona. Con esta modificación, el ayuntamiento aplicará las sanciones máximas de la normativa con multas que pueden ascender a 750 euros.

En Silla, desde la concejalía de Bienestar Animal dirigida por el alcalde Vicente Zaragozà, por primera vez se pusieron el año pasado una treintena de sanciones a propietarios de canes por no recoger heces, medida que se repite este año, donde hasta la fecha llevan impuestas 32 multas. Zaragozà destaca que "no sólo son las sanciones, también la campaña de concienciación realizada en centros escolares y en jornadas animalistas están contribuyendo a mejorar la limpieza en las calles". El primer edil afirma que el próximo año pretende incorporar también medidas para evitar el orín de las calles.

Paterna decidió introducir a policías de paisano en las principales zonas de esparcimiento canino para combatir la presencia de cacas en parques y calles. Según fuentes municipales, en los últimos tres meses se han impuesto una decena de multas a los dueños por no recoger los excrementos, a 750 euros cada una.

Albal ha sido el último en sumarse a la modificación de la ordenanza de tenencia y protección de animales. El cambio, aprobado en septiembre, introduce la obligación para los dueños de perros de portar utensilios para la limpieza de excrementos, así como también para los orines, siendo obligatorio llevar recipientes con líquido para diluirlo. Las multas alcanzan los 400 euros y los 600, en caso de reincidencia.

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