Como no podía ser otra manera, ayuntamiento, vecinos y colectivos socioculturales de Rocafort respaldan al 100% a la Fundación Antonio Machado, que recientemente remitió una carta al presidente de la Generalitat, Ximo Puig, emplazándole a intervenir ante la venta de Villa Amparo, recordándole su responsabilidad de salvaguardar el emblemático edificio. De momento, el Consell guarda silencio sobre la misiva, mientras que la familia propietaria del chalé neoclásico se muestra abierta a venderla a la administración.

El alcalde Víctor Jiménez apuesta por la idea de «impulsar una plataforma institucional, con ayuntamiento, Generalitat, Diputación e incluso el ministerio de Cultura, para que asuman Villa Amparo como suyo y puedan darle una utilidad pública». En este sentido, el munícipe socialista explica, sin detallar, que «hay sobre la mesa varios proyectos para que el emblemático edificio lo disfrutemos todos, dado que es una reivindicación tanto de la sociedad civil, como de colectivos culturales y vecinales que quieren que el uso de la villa revierta en la ciudadanía».

Jiménez sostiene que lo que «está claro es que entre las administraciones debemos buscar los mecanismos de coordinación para lograr el objetivo de que sea de titularidad pública» y apunta que sería «una lástima que acabara en manos privadas». Además, no oculta que la compra de Villa Amparo «serviría como polo de atracción turística para el municipio», coincidiendo con la capitalidad de ciudades machadianas que ostenta Rocafort desde el pasado marzo.

La familia Bàguena es la propietaria de Villa Amparo. Compraron la casa hace más de un siglo, la reformaron y ampliaron durante los años con la adquisición de varias parcelas hasta convertirla en una finca de 3.000 metros. Allí pasaron largos veranos. A principios de los ochenta arrendaron el inmueble para que se convirtiera en salón de banquetes, pionero en la tendencia actual de bodas en masías. El negocio de la hostelería siguió hasta hace unos años, cuando cerró sus puertas. Con sólo dos de los cinco hijos de Bàguena en vida, la familia decidió hace meses poner el chalé en venta por 2, 4 millones de euros. Confiesan fuentes familiares que han recibido visitas a la casa y algunas ofertas, que no han fructificado. Incluso, revelan que se plantearon ofrecerlo a fundaciones, pero nunca lo hicieron, y que se interesó un reconocido chef valenciano para instalar una escuela de hostelería.

«Sería una satisfacción que Villa Amparo pasara a mano públicas. Tenemos mucho cariño a la casa, la familia ha pasado mucho tiempo en ella y el sentimiento es eterno, es parte de nuestra vida. Si se lo queda la Generalitat podríamos seguir yendo al jardín, que es enorme, y visitar la casa», explican desde la familia propietaria.

Los Bàguena entienden que el ayuntamiento, «con el que hemos mantenido conversaciones, no puede afrontar una operación así, pero administraciones superiores, sí. Sería bueno para el pueblo, ya que no hay un enclave similar con esa trascendencia por la estancia de Antonio Machado».

Por su parte, vecinos y colectivos respaldan también que Villa Amparo tenga un nuevo futuro bajo tutela pública. Así, la Asociación de Vecinos Antonio Machado, que debe su nombre al poeta por ser el residente más conocido mundialmente, indica que «tras conseguir que Rocafort formara parte de la red de ciudades machadianas, y que ahora tengamos la capitalidad, es el momento de que Villa Amparo se incluya dentro del patrimonio de Rocafort y de la C. Valenciana», indica el presidente vecinal Enric Albiach. El dirigente recuerda que el chalé «es un edificio emblemático, incluido en la historia de este país al residir el poeta, y siempre que podemos le hemos pedido al ayuntamiento que interceda ante administraciones superiores para que la casa se convierta en pública. Ahora está cerrada y cada vez que pasas por ahí, la ves y se te cae el alma a los pies», lamenta Albiach.

Antonio M. Herrera es el presidente del colectivo Republicanos de Rocafort, la entidad que más ha tratado de ensalzar la relación de Machado con el municipio. «Siempre hemos apoyado que Villa Amparo tenga un uso público. Hace más de un año solicitamos al ayuntamiento que lo declarara Bien de Relevancia Local (trámite iniciado) y ahora está haciendo gestiones para lograr que un símbolo para el pueblo sea de titularidad pública». Herrera revela que en una conversación con responsables de la conselleria de Cultura, «me admitieron que lo difícil no era adquirirlo, sino darle un contenido constante». Por ello, el presidente aboga por que «Villa Amparo debe ser el reflejo cultural de la C. Valenciana, no solo exclusivo del pueblo, y albergar congresos, conferencia y exposiciones».