El Ayuntamiento de Manises entregó los premios de la XIII Bienal Internacional de Ceràmica con la presencia de la vicepresidenta del Consell, Mónica Oltra, que acompañó al alcalde Jesús Borrás. Además, asistieron la vicepresidenta de la Diputació de València, Mª Josep Amigó; el director general de Comercio y Consumo, Natxo Costa; su homólogo de Diversidad Funcional, Antonio Raya; el director territorial de Presidéncia en València, Francisco Molina, y el alcalde de Montelupo, Paolo Masetti.

El acto contó con la asistencia de unas 250 personas y estuvo amenizado por el grupo "Sweet Art".

Como ya informó Levante-EMV, el alicantino Pablo Bellot se llevó el Premio President de la Generalitat Valenciana dotado con 5.000 euros en la XIII edición de la Bienal Internacional de cerámica de Manises. Su obra «La vomitera como último acto» fue la escogida por el jurado por su calidad artística.

La barcelonesa Ruth Cepedano con «Obertura en cinc temas» logró el premio Diputación de València de 3.000 euros mientras que «Green Loop» de la alemana Julia Saffer fue valorada como la mejor obra de una artista menor de 35 años con una dotación de 1.800 euros. Especialfue el Premio Disenny de Producte Ciutat de Manises dotado con 3.000 euros para el colectivo integrado por nueve mujeres CSC, por su obra Enotis. Como novedad este año se ofrece una residencia artística en Montelupo que ha recaído en la belga Françoise Joris.

El nombre de los premiados se hizo pçublico en el Museo de la Cerámica de Manises horas antes con la presencia del regidor de Promoción de la Cerámica, Xavier Morant, la directora del Museo Sara Blanes y el alcalde de Montelupo, Paolo Masetti, ciudad hermanada con Manises. Todos ellos, excepto Ruth Cepedano por motivos de salud, recogieron ya por la noche sus correspondientos premios en una Gala celebrada en el Auditori Germanies.

Pablo Bellot se mostró «entusiasmado a la vez que sorprendido» porque fuera escogida su obra que ha calificado como «rompedora». «No soy ceramista, soy pintor. He utilizado la cerámica como un vehículo para mostrar mi mensaje», explicaba el alicantino quien confesaba que «la cerámica es un material que impone pero que engancha». Julia Saffer «recriminaba» a los organizadores que «hace dos años me presenté y ni siquiera me escogieron pero ahora he visto compensada mi insistencia».

Muy emocionadas «y tremendamente agradecidas» se mostraron las integrantes del colectico CSC. «Acabamos de empezar -se creó el grupo en 2016-, es nuestra primera participación y no pensábamos recibir ya el premio». Su obra, calificada por el jurado como de enorme aplicación industrial, está realizada «a través del ensamblaje de piezas individuales donde cada una hemos mostrado nuestra singularidad».