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Infraestructuras

La contrata de la piscina reclama 11 millones a Benetússer y anuncia acciones penales

El consistorio pretende cobrarle 260.000 euros por el deterioro que tienen las instalaciones y por otros gastos

La contrata de la piscina reclama 11 millones a Benetússer y anuncia acciones penales

El conficto que afecta desde hace años a la gestión de la piscina cubierta de Benetússer está lejos de solucionarse. Si el consistorio aprobaba recientemente una liquidación por la que la antigua concesionaria tenía que pagar 260.000 euros al consistorio, ahora la empresa responde con unas alegaciones en las que exige del municipio la cifra de once millones de euros, además de avisar de posibles acciones penales.

La firma que gestionó piscina municipal de Benetusser hasta su cierre presentaba esta semana alegaciones a la propuesta de liquidación del contrato aprobada por el pleno del ayuntamiento de del pasado noviembre. En este documento, al que ha tenido acceso Levante-EMV, se recuerda que el consistorio subcontrató en su día la construcción de la piscina y la firma invirtió en esta obra cinco millones de euros.

Además, la empresa remarca que en una tasación municipal realizada en 2014 se valoró esta obra en cuatro millones de euros, a los que había que sumar el IVA, «los gastos financieros incurridos hasta la fecha, la subvención a la explotación que no se ha cobrado con sus intereses respectivos, el lucro cesante por finalización del contrato anticipadamente, y los daños y perjuicios causados a la concesionaria (cómo los pasivos que tenía la concesionaria hasta el concurso de acreedores y los que se generaron después, los intereses de demora de la deuda, y los daños de imagen a la empresa)». De ahí que reclame once millones de euros al ayuntamiento.

Por su parte, Benetússer calculó los 260.000 euros que teóricamente tiene que pagarle la empresa según un informe emitido por los técnicos municipales en los que aparecían numerosas deficiencias en el edificio achacables a la concesionaria, a los que se sumaron gastos que ha tenido que realizar el consistorio al recuperar la instalación como altas de suministros, nuevos proyectos técnicos de instalación de gas, agua y energías, comprobaciones de los aires acondicionados, deshumidificadoras o sistemas de captación solar. Y finalmente, la alcaldesa Eva Sanz esgrimía « las obras contratadas que no se han ejecutado por la mercantil, el parking y la planta alta, por las que cobró más de un millón de euros».

Por contra, la firma concesionaria critica que el consistorio aún pretenda cobrar cuando no ha pagado la construcción, ni las subvenciones a la explotación «a las que venía obligada», además de acusar a la institución local de «provocar el concurso de acreedores y posterior liquidación de la sociedad concesionaria, y generar deudas millonarias a la concesionaria con terceros acreedores». «Y ello sin hablar de la incautación de la garantía prestada por una concesionaria que ha ganado todas las sentencias judiciales recaídas en este asunto», insisten los responsables de la firmal al tiempo que anuncian «diferentes acciones penales contra los responsables municipales que han aprobado esta propuesta».

La piscina lleva cerrada desde marzo de 2014 y fue el pasado septiembre cuando el ayuntamiento recuperó la titularidad y pudo entrar. De ahí que los técnicos elaboraran un informe que desdecía la previsión anterior de pagar 1,9 millones a la empresa.

Obras en Paterna

Por otro lado, la piscina municipal de Paterna, situada en la carretera de Manises, permanece cerrada desde antes del verano de 2016 por no cumplir la normativa vigente, presentar deficiencias estructurales y peligro para los usuarios. Entre los fallos: problemas en el vaso principal, el sistema de filtración y de depuración, grietas y señalización de emergencias. Durante aquel periodo estival el consistorio habilitó un autobús gratuito para que los vecinos pudieran acudir a las piscinas deValterna y la Coma.

El ayuntamiento paternero anunció entonces que invertiría casi dos millones de euros en rehabilitar las instalaciones, y que estarían listas para el verano de 2017. Pero no fue así. Un problema en la licitación retraso los plazos y las obras no comenzaron hasta hace unas semanas, con un plazo de ejecución de unos cuatro meses. La idea es que haya zona de spa, jacuzzi, nado, toboganes, juegos de agua y que sea «absolutamente accesible». De hecho, las gradas colindantes ya han sido derribadas.

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