Tras una maratoniana sesión que duró más de siete horas, el Ayuntamiento de Silla aprobó con los votos a favor del cuatripartito -PSPV, Compromís, EU y SeD- y en contra de PP, Els Verds, Cs y España 2000, los presupuestos para el año 2018. Unas cuentas que superan los 13 millones de euros (800.000 ? más que el pasado año). Algo que toda la oposición considera que va en contra de la Regla de Gasto impuesta desde el Ministerio de Hacienda. El edil de Hacienda, Iván Cuenca, reconoce que este incumplimiento no es ilegal. «Siguiendo lo establecido por la Ley de Racionalización de las Administraciones Locales, se elaborará un PEF (Plan Económico Financiero) a medio plazo para poder invertir en el pueblo y no dedicar todo el remanente a pagar la deuda con los bancos», señala.
Cuenca también afirma que este aumento también se explica por las subvenciones de Generalitat y Diputación, y por último la subida del 1,8 % de los impuestos y tasas locales para adaptarse al coste real de la vida, en especial el sueldo de los empleados públicos, ya que en 2017 supuso una carga del 1% y la previsión para este año ronda el 2%. «Este aumento supone 120.000 adicionales, y en números reales equivale a una subida de 4? por recibo de IBI o de 2 ? por vehículo. Subida que por otra parte se verá compensada con la bajada de la tasa Tamer una media de 8 ? por recibo, con lo que el total de carga tributaria de las vecinas y vecinos de Silla será negativa para el año 2018», señala.
La mayoría del incremento va destinado al capítulo de inversiones , partida que aumenta medio millón de euros para mejoras en parques, jardines, vía pública y sobretodo administración electrónica, donde la cantidad invertida superará este ejercicio los 250.000 ?.
Multitud de enmiendas
El presupuesto fue enmendado por Cs, PP y Els Verds, algo que alargó el pleno hasta las 3 de la madrugada. El Partido Popular, por su parte, acusó al gobierno local de «sectarismo» al «dejar fuera del presupuesto» las ayudas al comedor social, la asociación de amas de casa y la reforma de los caminos rurales. El PP opinó que al ayuntamiento «le ha podido la soberbia política» ya que rechazaron subvenciones para entidades sociales, agricultores e inlcuso entidades deportivas. «Su obsesión contra el PP le ha costado el maltrato a los colectivos más necesitados», lamentó.
