El viernes 22 de diciembre la mayoría de los vecinos de Chiva estarán pendientes del sorteo de la Lotería Nacional por si son agraciados. Sin embargo, una quincena de ellos podrían decir adiós a sus hogares. El ayuntamiento notificó para dicha jornada el cierre del complejo Natur Caravaning, un campamento formado por 80 parcelas de caravanas y casas prefabricadas, donde actualmente residen cerca de quince familias, según informaron fuentes del camping.

La ausencia de una licencia de actividad es el motivo por el que desde el consistorio pretenden dar por cerrado el negocio, a pesar de que el alcalde, Emilio Morales, consultado por Levante-EMV mostró su predisposición para llegar a un acuerdo que permita a los residentes mantener su hogar.

El campamento aloja a gente que lleva hasta 17 años viviendo en sus parcelas. En sus inicios tan solo era un parking de caravanas y no había licencia para que los clientes pudieran pasar la noche en sus cubículos. Fue en 1995 cuando, a petición de los propios clientes, el parking pasó a ser un campamento sin licencia, por lo que ordenaron su cierre en 2001. Sin embargo, esta quedó prescrita y los antiguos propietarios iniciaron los trámites para conseguir una Declaración de Interés Comunitario (DIC) para campamento turístico.

La entrada de una nueva propiedad en 2012 sirvió para que los dueños comprobaran que la licencia estaba mal tramitada, pero llegaron a un pacto con la Agència Valenciana de Turisme en el que se les permitía constituir un camping en otro terreno colindante, mientras se acondicionara la parcela antigua y gestionaban los papeles oportunos, tal como señalaron fuentes de la empresa.

Unas obras, el detonante de todo

Es por ello, que la propiedad fue a pedir una licencia de actividad para realizar obras los primeros días de diciembre. En ese instante, el ayuntamiento comunicó que había una orden de cierre, que la propiedad asegura no haber recibido hasta dicho momento. Posteriormente llegó una carta de la Policía Local con la orden de precinto para el 22 de diciembre.

El 5 de diciembre, la empresa consigue físicamente la DIC y pide la anulación de la orden para tramitar los documentos correspondientes. No obstante, según señalan desde Natur Caravaning, el consistorio reclama que primero se adecue la parcela antigua y después la nueva, un hecho que supone una carga económica que la empresa no puede asumir.

A raíz de una inspección del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) y su posterior denuncia, fueron notificadas unas deficiencias que han llevado a la orden de cierre. «No queremos cerrarlo, solo aprobamos notificar el precinto a la propiedad. Están aportando los documentos que faltaban y podremos solucionarlo», aseguró el alcalde de Chiva. «Si ocurre cualquier cosa sería un problema para nosotros y para la propiedad», continuó Morales que desconoce de que tratan dichas deficiencias porque «son temas técnicos y jurídicos».