La fallerita Adara, con apenas cinco meses de edad y en el papel de Niño Jesús, fue la gran protagonista del belén viviente infantil que la comisión Nàquera-Lauri Volpi de Burjassot ofreció el pasado viernes al anochecer, en el casal, con el objetivo de recoger alimentos de primera necesidad y no perecederos para ayudar a las familias más necesitadas. Al final del espectáculo, según anunció la delegación de Obra Social de la falla, se logró recolectar «una remesa de unos 200 kilos de comida que se entregará al Banco de Alimentos de la Comunitat Valenciana».

Este año el público que acudió al ya tradicional belén viviente de Lauri Volpi se convirtió en «actor inevitable» de la representación. Con su entrada en mano - «un kilo o un litro de solidaridad»-, los espectadores recorrieron el montaje que la comisión fallera habilitó en un espacio del casal, departieron con los personajes del belén y, cuando llegaron al Portal del Niño -una niña en esta ocasión-, depositaron su donativo como Reyes y Pastores.

Por otra parte, la comisión mantiene su campaña de recogida de juguetes hasta el próximo día 23 de diciembre. Las aportaciones se destinarán a la parroquia de la Natividad de Nuestra Señora, encargada de su distribución.