Palomas, cotorras, estorninos y otras aves que «están dañando los cultivos de la huerta» de Burjassot, como en reiteradas ocasiones han denunciado los agricultores, podrían tener contados sus días de «residencia» en el pueblo. El ayuntamiento, a través de la concejalía de Medio Ambiente y la Oficina de Sostenibilidad, puesto en marcha ayer el primer vuelo disuasorio de águilas para evitar el perjuicio económico que ciertas especies, sobre todo la población de palomas, están causando en las plantaciones de alcachofas, patatas, chufas, coles y lechugas, entre otros productos.

El acto inaugural de este proyecto de «control biológico» para la protección de la agricultura -acordado en la sesión de octubre del Consejo Agrario Municipal- contó con la presencia de la concejala de Medio Ambiente, Lluna Àrias, y del biólogo Ricardo Acosta, en representación de Lokímica, empresa encargada de llevar a cabo las actuaciones contra los efectos nocivos de la población de palomas en el campo.

Como puntualizó la concejala Àrias, el plan «no contempla cazar o matar las aves, sino ahuyentarlas de los cultivos» con la acción disuasoria de cuatro rapaces adiestradas para ello: dos águilas de Harris y dos halcones peregrinos, cuyo vuelo y hostigamiento es más alto, que más adelante las acompañarán en su cometido. Se trata de conseguir que las palomas abandonen la zona por sentirse inseguras ante la presencia de depredadores.

Por su parte, el biólogo Acosta explicó que esta etapa inicial del proyecto incluye «15 vuelos de águilas y halcones durante dos meses» cuya suelta, que dependerá de la climatología, «no se efectuará de forma regular», es decir en días y horarios fijos, lo que redundará en aumentar la dificultad a los pájaros que dañan las hortalizas a la hora de habituarse a la zona, acechada por rapaces. Concluida esta primera fase, «plan de choque», Lokímica realizará una evaluación en la que valorará la efectividad para decidir si es necesario otro plan de choque o, por el contrario, proceder al mantenimiento de la zona, es decir a la disminución del número de vuelos por el progresivo descenso de aves nocivas.