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Una empresa busca arcillas del Buntsandstein en un área de Museros, Massamagrell y Rafelbunyol

Expertos en geología apuntan al uso del material en la industria cerámica aunque resaltan su escasa rentabilidad económica

Terrenos en Museros que forman parte de las cuatro cuadrículas mineras donde se ha pedido investigar. eduardo ripoll

La conselleria de Economía Sostenible ha concedido a una empresa el permiso de investigación de materiales arcillosos del Buntsandstein en una superficie de mil kilómetros cuadrados en los términos de Museros, Rafelbunyol y Massamagrell. Pese a que se trata de trabajos muy preliminares, tanto la mercantil como el departamento autonómico no han querido dar detalles sobre el objetivo de la búsqueda ni otro tipo de información.

La firma interesada solicitó hace semanas autorización de investigación en cuatro cuadrículas mineras de la presencia de arcillas del Buntsandstein. La empresa, con sede en Onda, se dedica principalmente a la elaboración y redacción de todo tipo de documentos de ingeniería y urbanísticos, de gestión y planeamiento, así como su tramitación administrativa y también los relacionados con el medio ambiente. El área sobre el que pidieron permiso abarca un perímetro superior a los cinco kilómetros de las tres poblaciones, y afecta a terreno agrícola a ambos lados de la A-7.

El Buntsandstein es lo que los expertos en estratigrafía denominan una «facies», término utilizado para acuñar el aspecto descriptivo de unos determinados materiales, ya sean sedimentos o rocas. En este caso concreto, son areniscas rojas „buntsandstein en alemán„ de la serie Triásico Inferior y Medio. Todo el Triásico Inferior que aflora en la Comunitat Valenciana es de esa facies, y básicamente tiene dos tramos más arcillosos, en muro y techo. Catedráticos y profesores de geografía física y geología consultados por este diario, apuntan a que es ese material el que probablemente busque la mercantil. Aunque también existe un tramo intermedio de areniscas rojas, el «rodeno» de la Calderona o de Espadán.

Los expertos consideran que «lo bueno de las argilitas del Buntsandstein es que, como materia prima para fabricar gres de pasta roja, suelen tener una composición mineralógica más homogénea que las arcillas de periodos más posteriores, como las de la facies Weald, las del Albiense o las del Terciario». Además, detallan que los afloramientos «presentan más continuidad, menos interrupciones y cambios laterales. Las minas pueden ser muy grandes y dan un material muy apropiado y homogéneo». También indican que en estos materiales, sobre todo en la parte superior del Buntsandstein, «en la Formación Lutitas y areniscas de Eslida, hay tramos limolíticos que contienen algo de arcillas. Predominan en todo caso las limolitas arenosas en tramos intercalados con areniscas», y «debido a su contenido en arenas de cuarzo se emplean como desengrasante en procedimientos cerámicos». Ambos coinciden en que «estos mismos materiales se han explotado en la macromina de Sant Joan de Moró».

¿Pero es este área de l'Horta Nord tan prolífica en este tipo de materiales? Los expertos ponen luz. «Hay numerosos afloramientos de los mismos materiales en la Serra d'Espadà y en la Calderona, pero no ha merecido su explotación, por no ser económica debido a su baja calidad como arcilla. En la cercana Serra Calderona hay muchos afloramientos, pero en la zona sobre la que han solicitado el permiso , lo más cercano son las montañitas del Puig. Pero allí solo aflora el tramo intermedio de rodeno», asegura el catedrático. Otro de las fuentes consultadas incide en que «puede suponerse que en las cercanías, debajo de los materiales cuaternarios, pueda haber afloramientos accesibles de los tramos arcillosos, haciendo una mina en profundidad».

El fuerte impacto de una mina

Lo que está claro es que «sería insensato plantear una macrominería a cielo abierto en este tipo de territorios, por los múltiples y fortísimos impactos que tendría. Es muy raro que se plantee algo así, aunque sea en fase de investigación, en ese lugar: o no tienen ni idea, o son unos insensatos, o hay algo oculto». En este sentido, el profesor de geología sostiene que estos materiales «son susceptibles de contener elementos del patrimonio geológico con interés paleontológico, como huellas de reptiles primitivos, caso de Bejís y algunos otros lugares en la Serra d'Espadà. Ha habido interés por parte de algunos promotores en abrir canteras en estos materiales, durante la burbuja inmobiliaria, en la zona limítrofe entre las provincias de Castelló y Valencia. Estos casos son de dudable rendimiento comercial, por lo que podían haber estado impulsados por otros intereses, como una posible zona de vertidos», revela.

El experto recuerda que «urge la apertura de un gran vertedero de basuras para Castelló y Valencia, por lo que se ha especulado con la utilización de algunas canteras abadonadas en Los Serranos, o crearlos de nuevo». Así, explica que durante una década Bejís «se ha opuesto a la apertura de una mina a cielo abierto en los mismos materiales», y «ahora que sus promotores han desestimado el proyecto, se solicita un permiso de investigación próximo a Valencia. ¿Casualidad?», pregunta enigmático el geólogo.

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