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Cien mujeres de Torrent tienen órdenes de protección por violencia machista

La Policía Local crea una unidad específica y pone al frente a la agente experta Sandra Ramírez

La violencia machista, en todas sus manifestaciones, es un asunto «muy preocupante y al que no parece que se pueda poner freno» para el gobierno local de Torrent, según afirma el concejal de Seguridad Ciudadana, José Antonio Castillejo. En la actualidad, un centenar de mujeres tienen órdenes de protección y alejamiento de sus agresores, en distintos grados en la ciudad. La cifra, si bien estaría dentro de las estadísticas oficiales y es inferior al volumen que se maneja en un distrito de València, «es lo suficientemente alta» como para que el consistorio haya ampliado los servicios.

Por este motivo, Castillejo explica que dentro de la Policía Local, se ha creado una sección específica para luchar contra la violencia machista, contra los menores y en el hogar, que integrará por el momento la agente Sandra Ramírez. Esta policía forma parte de la plantilla desde 2016 y previamente pasó siete años en el grupo Gama de València.

Torrent ya disponía de una agente de Policía Local en segunda actividad, Mari Pau González, que presta en la Casa de la Dona atención a las víctimas desde el punto de vista social y informativo de los recursos existentes. Con la nueva unidad se pretende lograr akgunas competencias en materia policial (hasta ahora en manos de la Comisaría Nacional), para lo que se ha redactado un protocolo que deberá aprobar la Junta de Seguridad, prevista para la próxima semana. El nuevo servicio atenderá a las mujeres víctimas de violencia machista derivadas de la Comisaría y, en una primera entrevista, les indicarán ciertas medidas de protección inicial que pueden aplicar (cambio de cerraduras y modificación de las rutinas), además de hacer seguimiendo constante mientras duren las órdenes de alejamiento, tal y como disponga el juzgado. También realizará acompañamientos a juicios y otros trámites cuando sea necesario.

La estadística policial indica que en 2014 se emitieron en la ciudad 86 órdenes, mientras que en 2015 llegaron a 91 y en 2016 se situaron en 79. Aproximadamente un tercio tenían también asignado el teléfono de alerta. «En muchos casos se observa la reincidencia. Víctimas que ya tuvieron anteriores parejas agresoras o que lo vivieron en su familia», explica Sandra Ramírez, que anima a las mujeres que lo necesiten a acudir al servicio para asesorarse o denunciar su situación.

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