La sala de exposiciones del Instituto Municipal de Cultura de Meliana (IMC) ofrece hasta el 16 de febrero una muestra del artista local José Antonio Orts (Roca-Meliana, 1955). El escultor, a la vez músico y con amplios conocimientos de electrónica, presenta un conjunto de esculturas e instalaciones luminosas o sonoras sensibles a la presencia del visitante, ya que toman de él una parte de su energía vital, de los gestos y de los movimientos. Como dice el escultor, «el espectador, en transferirlos una parte del estado vital, las humaniza, las completa y las termina. De este modo, las obras siempre son diferentes, ya que dependen de cada espectador, de sus gestos y de su estado de ánimo».

El conjunto de obras también tiene una fuerte relación con las energías limpias, ya que la mayoría de las piezas funcionan con la energía de la luz ambiental que toman de la sala de exposiciones mismo mediante placas fotovoltaicas. Se genera una realidad mágica de las energías limpias, ya que sus flujos son alterados por el espectador y se convierten ritmos luminosos o sonoros. Así, la exposición está montada pieza a pieza para la sala. El lugar de ninguna de ellas es al azar y todas son el resultado de la función porque han sido creadas.

Para la exposición se ha editado un catálogo que cuenta con la introducción del conservador del Instituto Valenciano de Arte Moderno (IVAM), José Salvador, conocedor desde los inicios de la obra de Orts. No en vano, el IVAM cuenta en su fondo artístico con cinco obras del artista quien, además, es uno de los habituales en las exposiciones colectivas del museo.

La exposición fue inaugurada por el presidente del Instituto Municipal de Cultura, Pedro Cano, quien, además de incidir en el aspecto multidisciplinar, artístico y humanístico, de José Antonio Orts, y en su sensibilidad, le agradeció «su compromiso con la dinamización cultural del municipio como miembro de la Junta Rectora del IMC y sus aportaciones siempre muy razonadas». La exposición contó con la actuación de la pareja de danza formada por Henar Fuentetaja y Miguel Tornero quien, con sus movimientos sensibles, evidenciaron al numeroso público asistente la armonía de luz y sonido emanada de las obras.