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La transición se cuela en Rafelbunyol

? El municipio vive ahora el proceso por el que ya pasaron la mayoría de pueblos de l'Horta con sus símbolos franquistas

Mural de la cruz de los caídos en el muro de la iglesia de Rafelbunyol. d. tortajada

La llegada de la democracia supuso una cierta transformación del paisaje urbano, no solo por las políticas de planeamiento que se aplicaron en los municipios de l'Horta sino también por la retirada de murales, paneles, placas, cruces y nombres de calles y plazas con la simbología franquista más evidente. La excepción fueron dos municipios, Albal, en l'Horta Sud, y Rafelbunyol, en l'Horta Nord, donde pervivieron referencias al falangista José Antonio y al dictador Franco hasta el siglo XXI. El ultraconservadurismo de los alcaldes de ambos municipios contribuyó a mantener unos emblemas que, desde la aprobación de la Ley de la Memoria Histórica están prohibidos.

En el caso de Albal, el carismático Agustín Zacarés, alcalde franquista que se mantuvo en el cargo durante 26 años, se negó durante sus respectivos mandatos a retirar la estatua de Franco de la plaza. Fue en el año 2002 cuando el alcalde José Vicente Sanchis, del PP, demolió la escultura, una noche. No obstante, en este municipio de l'Horta Sud quedaba otro símbolo ya desaparecido en los pueblos vecinos, el mural de los «caídos» en la fachada de la iglesia.

Fue en 2006 el socialista Ramón Marí el que acometió esa tarea. «Las placas estaban en muy mal estado y corrían peligro de caerse. Hicimos una orden de ejecución con la que perseguíamos un doble objetivo, el de la seguridad y el de eliminar un símbolo franquista», recuerda Marí. Para ello, el consistorio contó con un colaboración, el párroco del templo de ese momento, «que era de perfil progresista y lo entendió perfectamente». Aunque en mural recogía una lista de nombres de persones fusiladas durante la Guerra Civil, «no generó ningún problema», recuerda el alcalde.

En Rafelbunyol, el ultraconservador Jaime García (PP) tampoco quiso retirar la simbología franquista del municipio, ni en los primeros años de democracia ni cuando el Gobierno de Zapatero aprobó la Ley de la Memoria, a pesar de que los partidos de izquierda lo reclamaban hacía años.

Por ello, fue en 2015, con la llegada del PSOE a la alcaldía, cuando el consistorio creó una comisión para abordar desde la retirada del panel de los caídos, hasta la puesta en valor de las trincheras republicanas y otras acciones similares.

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