Durante el último pleno municipal, la corporación municipal de Aldaia debatió una moción para pedir al expresident de la Generaliat Valenciana, Francisco Camps, que dimita de su cargo en el Consell Jurídic Consultiu, después de que Ricardo Costa, exsecretario general del PP valenciano, admitiera ante el juez que el PP de la Comunidad Valenciana se financió con dinero negro y que el expresident, Francisco Camps, era quien estaba al frente de estas actividades.

La propuesta salió adelante con los votos de toda la corporación, a excepción de los ediles populares y la exalcaldesa de Aldaia, Carmen Jávega, quien en un momento de su intervención se refirió a Francisco Camps como "esta persona de la que estamos hablando", y justificó su negativa a apoyar esta moción porque Camps "en estos momentos no ostenta ningún cargo en en Partido Popular, no tiene nada que ver ya". Asimismo, Jávega argumentó que "la decisión de dimitir de Paco Camps es de él, no se le puede exigir".

Según explican en un comunicado los socialistas de Aldaia, Camps cuesta 140.000 euros al año a los valencianos, "58.000 euros de salario, 34.000 euros del chófer de su coche oficial y otros 48.000 euros de una secretaria particular, todo sufragado por las arcas públicas".