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El Castell se instala en el González Gallarza

El colegio de Alaquàs realizó la «cremà» de su falla, un homenaje al monumento municipal que este año celebra su centenario

Los alumnos de sexto de primaria junto a la falla que homenajea al Castell d'Alaquàs en su centenario. v. peraita

Quemar la falla es, para el Ceip González Gallarza de Alaquàs, uno de los primeros rituales con los que el alumnado de sexto de primaria comienza a despedirse del centro en el que ha crecido para comenzar una nueva etapa en el instituto. Ayer, esos mismos estudiantes vivieron esa experiencia. Vieron quemar su falla. Pero este año, el emotivo acto tenía un añadido: La estructura era el Castell d'Alaquàs, monumento renacentista del que en este ejercicio se cumplen 100 años de su protección.

Los artistas falleros -el conserje Paco De la Fuente y las mamás Rosa María Villena y Ana Granero- quisieron recrear a modo de homenaje la figura más significativa del pueblo en su efeméride más esperada: los 100 años.

El monumento tiene una estructura que calca a la del Castell y cuenta con una particularidad: se puede entrar dentro. Escudos, ventanas, ... cada característica de la construcción se refleja en la falla del colegio. «Además de homenajear al Castell hemos querido trabajar los sentimientos a través de los emojis», explica Chelo, la directora del centro. De esta forma, los personajes que se instalan alrededor de la gran estructura de madera son emoticonos. «La tecnología, las redes sociales, los selfies, son todo novedades. A través del antes y el después explicamos a los alumnos que toda esta tecnología no existía antes y había otras formas de comunicación», señala, «mezclamos la antigüedad y la modernidad recreando a los personajes que vivirían en el Castell a través de emoticonos de Whatsapp».

Tras una semana muy fallera que comenzó el viernes pasado con la «replegà», la «plantà» y la posterior cena para los alumnos de último año, que pudieron compartir una velada con sus profesores ayer, la clase de sexto, se despidió un poquito más de su colegio con la «cremà» de la falla. Un monumento que ninguno de los alumnos, profesores y Ampa olvidarán jamás. Una estructura que homenaje a Alaquàs, el pueblo del Castell.

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